La reina Isabel II al parecer sigue muy afectada por la muerte de su esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo. Y, aunque decidió dejar el luto un poco antes de lo establecido, todavía demuestra su pesar a través de una inusual acción que realiza de forma cotidiana.
De acuerdo con el periódico Daily Mail, la monarca inglesa ahora tiene la costumbre de inspeccionar de cerca los caballos del carruaje que pertenecía al duque de Edimburgo. En unas fotos que salieron a la luz, se puede ver a la reina cubierta con un abrigo impermeable y un pañuelo alrededor de la cabeza, muy cerca de los animales.
El medio detalla que, ni siquiera la lluvia de ese día pudo detenerla, y se dedicó a revisar el par de caballos y el carruaje que su esposo acostumbraba a usar. En las imágenes, aparece incluso sonriendo y hablando con los oficiales que se encargan de cuidar los animales, en el palacio donde actualmente se encuentra.
Para ella, esta acción podría tener un significado muy especial, debido a la afición del duque por manejar los carruajes, y al amor de la propia reina por estos animales.
Su forma de recordad su amor
Además, la abuela de los príncipes William y Harry, tiene una forma muy sutil de seguir llevando la memoria del duque con ella: a través de sus joyas.
Una prueba de esto fue que, en su primera aparición en público después del funeral, portó un broche de diamantes en forma de flor que, según la revista ¡Hola!, se elaboró a partir de una colección de joyas que le regalaron en su boda con el príncipe.
De igual forma, la monarca sigue usando perlas que pueden ser consideradas como un elemento de tristeza en algunos atuendos, y que se convirtieron en el protagonista de los accesorios no solo de la reina, sino también de todas las mujeres de la realeza, que acudieron al funeral del príncipe Felipe de Edimburgo.
acmg