Adriana llegó a Estados Unidos a inicios de 2020 desde México. Su objetivo era iniciar una nueva vida en Miami con sus padres y hermanos menores, pero la pandemia de coronavirus se entrometió y la vida se puso cuesta arriba, con múltiples problemas económicos para toda la familia. A pesar de ello, la menor soñaba con tener su fiesta de XV años.
El camino no fue fácil con su padre que se quedó sin trabajo nada más al empezar la crisis sanitaria. Como consecuencia, la familia pasó cuatro meses viviendo en su camioneta.
Adriana y sus hermanos hambrientos y hablando poco inglés, hacían sus tareas escolares cuando encontraban alguna señal de wifi, de acuerdo con la historia publicada por la agencia de noticias The Associated Press (AP).
Afortunadamente, el programa Miami Rescue Mission encontró en junio un pequeño departamento para los Palma. La familia se adaptó poco a poco a una nueva rutina.
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Los 15 años de Adriana se acercaban y ella quería una gran fiesta, pero sabía que sería casi imposible con la situación que vivían.
Lian Navarro, enlace con la comunidad de la Miami Rescue Mission, se enteró que Adriana cumpliría 15 años pronto. Al conocer sobre la importancia de la ocasión para las familias mexicanas, se propuso organizarle su gran fiesta.
Ella y otras colaboradoras planearon usar un tema parisino y pusieron manos a la obra.
"Encontraron pequeñas torres Eiffel doradas, colocaron cupcakes en delicadas tazas de té con motivos florales, llenaron elegantes jarras con mostachones de tonos pastel y magdalenas, y pusieron arreglos florales en los centros de las mesas" recoge AP.
Casi 50 colaboradoras que organizan los cumpleaños de niños en albergues de ese programa se sumaron. Donaron dinero, comida, servicios y hasta maquillaron a la joven para su importante celebración. También consiguieron a un fotógrafo profesional que tomó las imágenes del evento.
“Queríamos que tuviese un buen recuerdo. Tienen que creer que son dignas de esto porque lo son”, dijo una de las colaboradoras.
“Algunas personas no sobresalen porque creen que no pueden hacerlo, fueron condicionadas para pensar así, que ese es su destino, pero poco a poco salen adelante”, agregó.
Los regalos no faltaron, con decenas de artículos que la joven recibió. Hacia el final de la noche, Adriana agradeció a cada participante con notas escritas a mano. "Me sentí una princesa", confesó la afortunada joven.
CRS