Los migrantes se exponen a múltiples peligros cuando intentan cruzar hacia los Estados Unidos. Una de las amenazas más grandes son los traficantes de personas, quienes se aprovechan de la vulnerabilidad de los viajeros para convertirlos en víctimas de atroces crímenes. Hace poco, un grupo de delincuentes mostró su crueldad al arrojar al Río Grande a una bebé de tan sólo 6 meses de edad.
El pasado 16 de marzo, las autoridades fronterizas rescataron a la menor y a su mamá del agua, muy cerca de la ciudad de Roma, Texas con ayuda del grupo de operaciones especiales, así lo informó el Departamento de Seguridad Pública de Texas en un comunicado.
Tras investigar los hechos, los agentes descubrieron que la mujer y su pequeña hija cayeron al río luego de que un contrabandista de personas las arrojara desde una balsa, dejándolas a su suerte y exponiéndolas ante el riesgo de ahogarse. Además, se detectó que la migrante tenía una pierna rota al momento de ser salvada, debido a que fue violentada en México por uno de los traficantes que iba a cruzarla a Estados Unidos junto con la infante.
Las autoridades no dieron a conocer el estado de salud de las víctimas ni tampoco cual es su estatus migratorio. Por ende, se desconoce si se les dio asilo en el país o bien, si ya fueron deportadas.
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Lo cierto es que sigue el aumento en el flujo de personas indocumentadas que llegan a los límites estadounidenses con el fin de quedarse permanentemente. Tan sólo en febrero, se contabilizaron 100 mil cruces ilegales, esto a pesar de las declaraciones del gobierno de Joe Biden, el cual ha hecho un llamado a los migrantes para que dejen de intentar ingresar a la nación, pues serán devueltos a sus lugares de origen.
No obstante, miles continúan emprendiendo el peligroso viaje con la esperanza de tener una vida mejor. Por desgracia, muchos de ellos pierden la vida en el trayecto.
DFC