El mandatario ruso Vladimir Putin aseguró que la normalidad llegará a su país en breve, ya que según sus cálculos la inmunidad colectiva al coronavirus se logrará antes de que termine el verano, con lo cual se levantarán todas las restricciones impuestas para mitigar la pandemia de Covid-19.
Putin, quien se vacunó esta semana con uno de los varios biológicos que se producen en rusia, también dijo que los únicos efectos secundarios que experimentó fueron un leve dolor en los músculos a la mañana siguiente y una sensación incómoda en el lugar de la inyección, pero dichos malestares se le pasaron muy rápido.
Putin no reveló cuál de las tres vacunas rusas había tomado, y dijo que sólo el médico que lo inoculó lo sabe. El Kremlin anunció la decisión de Putin de vacunarse contra el coronavirus en diciembre y el presidente dijo que el retraso se debió a la necesidad de combinarlo con otras vacunas que planeaba recibir.
No cuenta con el consenso popular
Casi dos tercios de los rusos no están dispuestos a recibir la vacuna Sputnik V, según la encuestadora independiente Levada Center, al 1 de marzo; además, la mayoría de los encuestados que ya se vacunaron citan los efectos secundarios como la razón principal.
Contrario a lo que sucede en Rusia, a nivel internacional crece el interés de adquirir la vacuna Sputnik-V, la cual en un principio no fue bien recibida, pues se creía que no era segura. Los datos de los ensayos de fase III demostraron posteriormente que el medicamento es eficaz, con efectos secundarios similares a las desarrolladas en Europa y Estados Unidos.
Al menos 39 países han aprobado el uso de la vacuna rusa y ahora tantas solicitudes de Sputnik que el Kremlin afirma que no puede atenderlas todas con la capacidad de producción actual.
msb