Hace unos días, un conductor arrolló a un grupo de personas sin hogar en las calles de San Diego, California. Como consecuencia, 3 de ellas perdieron la vida y otras 7 quedaron gravemente heridas. A una semana del incidente, los habitantes de la ciudad piden justicia para las víctimas y exigen a las autoridades una solución para que otros residentes no se vean expuestos a los mismos riesgos.
Fue el pasado 15 de marzo que ocurrió la tragedia: un hombre de 70 años perdió el control de su vehículo en un puente de la localidad, donde un grupo de gente se refugiaba de la lluvia en varias tiendas de campaña. El responsable, quien se cree estaba bajo los efectos de algún estupefaciente, se subió a la acera en un paso a desnivel e impactó con el automóvil a quienes se encontraban ahí.
El conductor se bajó del coche para ayudar a los afectados y, posteriormente acudieron elementos del Departamento de Bomberos y Rescate de San Diego. Los siete lesionados fueron trasladados a hospitales de la zona pero tres de ellos no pudieron ser salvados.
Tras el accidente, los vecinos de la zona y otras personas sin hogar realizaron una vigilia en el lugar de los hechos para honrar la memoria de las víctimas: se colocaron veladoras, mensajes de despedida y otras muestras de cariño. Además, han recriminado a las autoridades por no tomar medidas para impedir este tipo de catástrofes, pues aseguran que el suceso pudo haberse evitado si se les proporcionara un refugio a los habitantes desamparados, ya que así no se verían obligados a resguardarse en un lugar que los deje en una situación vulnerable.
El alcalde Todd Gloria lamentó la tragedia y aseguró que es inhumano el permitir que haya californianos viviendo en las calles. Sin embargo, no planteó alguna estrategia para combatir esa problemática.
DFC