Este jueves 11 de febrero, se realiza el tercer día del juicio político contra el expresidente Donald Trump, acusado de llamar a la “insurrección” y de haber incitado al violento asalto al Capitolio que sucedió el pasado 6 de enero.
A lo largo de este día, los fiscales que presentan el caso cerrarán su exposición de pruebas y acusaciones, para esperar a que después el equipo de abogados de Trump realice su defensa.
Lo que ha pasado hasta el medio día
En las primeras horas, los representantes de los legisladores destacaron tres puntos importantes para reforzar sus denuncias.
Una de las primeras en tomar la palabra fue Diana DeGette, del partido demócrata, quien expuso “la otra versión del ataque”, la de los hombres que irrumpieron en el recinto.
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“En los siguientes minutos, quiero dar un paso atrás de los horrores del ataque y mirar el 6 de enero desde una perspectiva distinta, la perspectiva de los insurrectos. Sus propias afirmaciones antes, durante y después de los hechos dejan claro que se realizó siguiendo las instrucciones y cumpliendo los deseos de Donald Trump”.
De Gette rescató el caso del QAnon Shaman, quien fue uno de los líderes de la revuelta y se distinguió por su apariencia con una capa de pieles y unos cuernos. La fiscal puntualizó que, días después de ser detenido, QAnon sostuvo que todo se había realizado porque el exmandatario así lo pidió, y mostraron un video en el que el propio Shaman lo volvía a declarar desde la cárcel.
El “ensayo” de Michigan
Cuando Jamie Raskin, el fiscal principal del juicio, tomó la palabra, también señaló las protestas que hubo en el Capitolio de Michigan, el pasado 30 de abril de 2020. De acuerdo con él, este fue tan solo un “ensayo” que tuvo Trump con sus simpatizantes, previo al ataque en Washington.
“Esta turba inspirada por Trump tal vez se les haga familiar: banderas de los confederados, sombreros, vestimenta inspirada en el ejército, armas, justo como los insurrectos cuando invadieron la Cámara”.
El congresista aseveró que ambos eventos eran “sorprendentemente similares”, y que había sido muy sospechoso que, en ese tiempo, el entonces líder de EU no condenara los hechos.
Sin arrepentimientos
El gerente de acusaciones, Ted Liu, señaló otro punto importante por el que consideraba que Donald Trump realmente deseaba que sus seguidores invadieran las oficinas del Congreso.
De acuerdo con Liu, la “falta de arrepentimiento” del magnate y su silencio respecto a los sucesos simplemente son una muestra de apoyo a movimiento.
“El presidente Trump no se arrepintió de la insurrección violenta de la semana pasada en el Capitolio de los Estados Unidos. Esto envía exactamente la señal equivocada a aquellos de nosotros que apoyamos el núcleo mismo de nuestros principios democráticos y que hicimos un juramento solemne a la constitución. Es hora de decir ya es suficiente”.
Y añadió que esto también se debe a que el propio expresidente sabe que la principal razón por la que sus seguidores invadieron el lugar fue por la campaña de mentiras y teorías conspirativas que realizó en redes sociales.
“Difundió mentiras para incitar a un ataque violento al Capitolio, a nuestras fuerzas del orden y a todos nosotros, y luego volvió a mentir a su base para decirles que todo estaba bien, que todo era aceptable. Y es por eso que el presidente Trump es tan peligroso”.
Foto: AP
Lo que falta
Una vez que los demócratas hayan terminado de presentar su acusación, ahora es el turno de los abogados de Trump para defenderlo de las pruebas. El equipo tendrá 8 horas para hacerlo.
Y, según CNN, dos fuentes confiables señalaron que los representantes esperan subir al podio también el viernes, para extender sus argumentos.
Las mismas fuentes confesaron al medio que una de las tácticas del equipo del exmandatario será señalar que los demócratas están “glorificando la violencia” con el uso excesivo de videos durante el juicio.
Pero, durante un receso, David Schoen dio una entrevista a Fox News en la que señaló que Donald Trump se encuentra “muy optimista”, aunque también “se siente ofendido por que están tratando de atarlo” a los actos violentos, cuando el exmandatario sostiene que no fue partícipe ni tampoco incitó a la violencia.
Por su parte, CNN reporta que los demócratas esperan que el juicio pueda terminar lo antes posible, e incluso creen que podría ser cerca del fin de semana.
Para poder ser castigado, Donald Trump necesita que dos terceras partes de los jueces del Senado voten en su contra. Actualmente, el jurado está conformado por 50 representantes demócratas y 50 republicanos, lo que significa que al menos 17 personas de su partido deberían apoyar al bando contrario.
ACMG