TOALLAS HÚMEDAS

¿Usar toallitas húmedas, pone en riesgo la salud? Expertos alertan por esta razón

Las toallitas húmedas utilizadas para la limpieza de superficies, pueden desencadenar una reacción alérgica o una irritación cutánea.

MUNDO

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Algunos expertos han recomendado no usarlas con tanta frecuencia. Foto: Pixabay

Las toallas húmedas son pañuelos usados para higienizar todo rastro de suciedad en manos, cara cuerpo, dejando la piel con una sensación de limpieza, frescura y libre de virus, bacterias y gérmenes. Desde el inicio de la pandemia, la demanda por este producto vio un considerable aumento. Sin embargo, algunos expertos han recomendado no usarlas con tanta frecuencia. 

Aunque su uso puede llegar a ser una alternativa muy cómoda, el resultado a largo plazo es más que peligros, sobre todo para la piel, pues puede causar enfermedades cutáneas y socavar la inmunidad, de acuerdo con la terapeuta Tatiana Romanenko. Quien explicó que esto se debe a que las toallitas antibacterianas contienen sustancias que destruyen la microflora útil. Por lo que la piel se vuelve frágil y empieza a presentar raspaduras y fisuras, lo que podría provocar una inmunidad debilitada y una baja resistencia a los virus

Desde el inicio de la pandemia, la demanda por este producto vio un considerable aumento. Foto: Pixabay

La médica, recomendó el uso de las toallitas húmedas, siempre y cuando no haya otra opción, pero si se tiene la posibilidad de lavarse las manos, es mejor recurrir a ello. La especialista también advirtió que hay que usar toallitas húmedas según su finalidad. Es decir, si son para las manos, no deben ser utilizadas para la cara.

Asimismo, las de limpieza de superficies, a su vez, pueden desencadenar una reacción alérgica, una irritación cutánea e incluso afectar la función reproductiva, aseguró Ronanenko para un canal local en Moscú

De igual manera, la terapeuta lamentó que en la mayoría de los casos las personas no suelen fijarse en la fecha de vencimiento del producto. A su vez, recomendó mantener la caja de toallitas cerrada, pues esta podría convertirse en un ámbito propicio para la multiplicación de microorganismos peligrosos. Por ello, la doctora enfatizó en que un lavado constante de manos es mejor que el uso de las toallitas húmedas

La doctora enfatizó en que un lavado constante de manos es mejor que el uso de las toallitas húmedas. Foto: Pixabay  

La crisis de las toallitas húmedas

El consumo de toallitas húmedas ha aumentado en cerca de un 50 por ciento desde el inicio de la pandemia de Coronavirus. Esas mismas toallitas que desde su aparición han provocado la saturación de los desagües, alcantarillado y sistemas de depuración de varias ciudades. 

Los gastos económicos para eliminarlas de los sistemas de evacuación y depuración alcanzan, solo en Europa, los mil millones de euros anuales. Por ello, algunos gestores de aguas ya han dado la voz de alarma ante el aumento de las incidencias y retirada de dicho producto de la red de aguas desde el inicio de la pandemia

Los gastos económicos para eliminarlas de los sistemas de evacuación suelen ser muy elevados. Foto: Pixabay 

En México, se ha hecho un llamado a la comunidad para no tirar materiales como toallitas húmedas o mascarillas en los retretes, pues estos no se deshacen con el agua como el papel higiénico, lo que provoca figas de drenaje y taponeamientos

Ni las toallitas húmedas ni los cubrebocas están hechos para ser desechados a través del drenaje, porque no son materiales que se disuelvan con los líquidos, aseguran expertos. 

No son biodegradables 

Además, no son biodegradables, pues son fabricados con micro-plásticos y, algunas más, con microfibras celulosas. Por lo tanto, contienen fibras sintéticas y sustancias que impregnan para para inhibir la acción de las bacterias responsables de la descomposición de estos materiales.

Las toallitas y las mascarillas son arrojados indebidamente al drenaje. Foto: Pixabay

Las toallitas y otros elementos plásticos son arrojados indebidamente al drenaje, tal es el caso de los hisopos, preservativos, toallas sanitarias, entre otro; además de producir atascos en los ductos, se van desintegrando en micropartículas plásticas y terminan directamente en cauces, ríos y mares. Allí, las fibras plásticas de estas toallitas pueden tardar más de 100 años en degradarse en fragmentos aún más pequeños.

 

 

 

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