Filipinas vivió momentos de mucha tensión tras el paso de un fuerte tifón que provocó inundaciones y desprendimiento de tierra en algunas partes de la isla más poblada del archipiélago el pasado lunes 11 de octubre.
De acuerdo a un informe revelado por las autoridades este martes, hasta el momento se han registrado 11 muertos y siete desaparecidos, por lo que siguen los protocolos para buscar a las personas desaparecidas; además de colocar a todas aquellas que se vieron afectadas por el tifón.
Fuertes lluvias cayeron en partes de la isla más poblada del archipiélago, Luzón, el lunes, antes de que la tormenta tropical, llamada Kompasu, se dirigiera al Mar de China Meridional.
La cuenta hasta el momento
Seis personas murieron y dos están desaparecidas en la provincia montañosa de Benguet. Una persona se ahogó en la provincia costera de Cagayán, dijo la agencia nacional de gestión de desastres.
Cuatro personas perecieron en inundaciones repentinas en dos pueblos de la isla occidental de Palawan, en el oeste del archipiélago, mientras que cinco personas siguen desaparecidas, según las autoridades.
Los guardacostas que participaron en las operaciones de rescate descubrieron tres cadáveres en la provincia norteña de Ilocos Sur, pero la agencia de gestión de catástrofes no pudo confirmar inmediatamente si las muertes estaban relacionadas con la tormenta.
Este archipiélago del sureste asiático recibe una media de 20 tormentas y tifones cada año, que suelen arrasar cosechas, casas e infraestructura en zonas empobrecidas.
Será cuestión de tiempo para que las autoridades puedan determinar el total de los daños y la cuenta final de decesos y desaparecidos que ocasionó este tifón que arremetió contra la isla más poblada del archipiélago.
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AFP