En un contencioso debate, el presidente Donald Trump y el candidato demócrata Joe Biden intercambiaron acusaciones de corrupción y de recibir dinero de Rusia y China.
Uno que subrayó las divisiones de un país profundamente polarizado y las divergencias ideológicas y políticas entre ellos.
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El mayor choque ideológico fue notable en torno a cuidado de salud, raza, migración y medio ambiente, con periódicas referencias a corrupción.
Biden destacó que tiene planes para mejorar el Obamacare y negó que se trate de un proyecto socializante, como opinó Trump, que a su vez insistió que tiene un mejor proyecto.
El Presidente dijo que su país "está doblando la esquina" en cuanto a la pandemia de COVID-19 y pronto tendrá una vacuna, "quizá en cuestión de semanas", mientras Biden lo criticaba por su tardía reacción y los más de 200 mil muertos registrados.
Trump aseguró que es la persona menos racista y que su gobierno benefició a negros y latinos, mientras Biden aseguraba que es necesario terminar con el racismo sistémico en el país.
En ese sentido, insistió que en los primeros 100 días de su gobierno presentará una propuesta de ley para abrir un camino a la legalización de 11 millones de indocumentados en el país y en especial a los llamados soñadores.
Trump defendió su historial de tratar de poner orden en un sistema roto y recordó que el gobierno del presidente Barack Obama, en el que Biden era vicepresidente, fue responsable del mayor número de deportaciones y constructor de las "cajas" que provocaron denuncias por violaciones a derechos humanos.
Biden, sin embargo, subrayó que la separación de niños y padres no fue trabajo del gobierno en que él participó, para destacar que su gestión trataría de devolver su carácter y valores al país.
El demócrata también acusó a Trump de acercarse a dictadores como el norcoreano Kim Jong-Un.
Trump rechazó las aseveraciones y recordó que su país no está en guerra y tiene buenas relaciones con Kim. Aseguró que EU tiene actualmente el mejor medio ambiente del mundo.
ASUSTAN POR VOTO PREVIO
Dos hombres armados vestidos como guardias de seguridad dijeron a la Policía que fueron contratados por la campaña de Donald Trump para instalarse cerca de un lugar de votación anticipada en San Petersburgo, Florida, para intimidar a los sufragantes, una afirmación que la campaña del Presidente negó.
Thea McDonald, subsecretaria de prensa para la campaña de Trump, señaló que esos dos hombres no fueron contratados por la campaña.
Decenas de presuntos votantes demócratas en Alaska, Florida y Arizona han sido amenazados para votar por Trump, que busca la reelección, y cambiar de partido o enfrentar las consecuencias.
Mensajes por e-mail con la firma del grupo ProudBoys, demanda a las personas que: "Vota por Trump o verás" e incluye detalles de información personal del destinatario.
Los ProudBoys son un grupo de derecha cuyos miembros suelen aparecer armados.
Por José Carreño Figueras