Los primeros días del nuevo ciclo escolar ya están en marcha y, con ello, también está la adaptación a las rutinas tanto para los pequeños como para los papás y mamás encargados de acompañarlos en esta aventura.
Una de las partes más importantes de la rutina escolar es la hora del lunch, puesto que tiene repercusiones que van más allá de la de por sí importante nutrición, pues pueden fijar la forma en la que los pequeños se relacionarán con los alimentos durante toda su vida.
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“No hay alimentos buenos o malos, todo está en las porciones y el cómo se integran al día a día de nuestros hijos. Los niños comen a través de los sentidos, ocupan la vista, el olfato, el tacto y el sonido para después degustar y saber si es de su agrado o no”, señalan los nutriólogos Bea Boullosa y Nicolás Mier y Terán, anfitriones del podcast Bendita Nutrición.
Para los expertos una de las claves es la comunicación con los más pequeños para conocer sus gustos y cuáles son los alimentos que disfrutan pero, al mismo tiempo, les son esenciales para su correcto crecimiento.
Enseñando a comer a los más pequeños
Los nutriólogos destacan que ningún alimento debe ser descartado, el acercamiento de los niños con la comida siempre debe ser de una forma positiva, aunque eso no significa que algunos postres o alimentos favoritos se conviertan en premios.
“Es fundamental entender que la alimentación de los hijos es reflejo de la de sus padres, por lo que se debe tratar de mantener una relación sana con la comida, esta no es ni para premiar ni para castigar.
“No debemos satanizar el azúcar, los lácteos o el gluten o cualquier otro producto; debemos aprender a entender las señales de nuestro cuerpo”, destacan los expertos en nutrición, tanto en adultos como en infantes.
De hecho, una de las recomendaciones de Boullosa y Mier y Terán es apoyarte en expertos en nutrición para desarrollar un plan que vaya de acuerdo con las necesidades alimenticias de los más pequeños.
Tómate el tiempo para el lunch
Los expertos señalan que uno de los principales errores en la preparación de refrigerios para los niños, en buena medida motivado por la velocidad de la vida moderna, es el hecho de no planearlos.
“Consideren que en este lunch deben tomarse el tiempo de comprar los alimentos, prepararlos y presentarlos de la mejor manera posible. No quiero que lleguen una hora antes de que el niño se vaya a la escuela y digan ‘¿ahora qué le doy?’, que abran la alacena o el refrigerador y revisen que le meten en el lunch, porque entonces no lo van a hacer de la forma correcta”, aconseja Bea.
¿Cómo hacer un lunch saludable?
Más allá de los alimentos, los expertos comparten sus tips para que esta rutina se vuelva todo un descubrimiento:
- Rutina. Hacer un horario que permita despertar, prepararse y comer ayuda a hacerlo de forma correcta
- Visión global. A la hora de pensar en el lunch, considera los nutrientes incluidos en desayuno, comida y cena
- Porción a su tamaño. Recuerda que los niños no son adultos chiquitos, por lo que debes darles porciones adecuadas, recomendadas por expertos
- Bien hidratados. Es importante que los niños tomen la cantidad necesaria de agua simple, reduciendo el consumo de jugos azucarados y refrescos
- Sueño correcto. Dormir bien ayuda a los más pequeños a crecer adecuadamente y aprovechar los nutrientes, vigila que lo hagan de forma correcta.