Los frutos rojos, como las fresas, frambuesas, arándanos y moras, son conocidos por su delicioso sabor y sus múltiples beneficios para la salud. Sin embargo, su vida útil puede ser corta si no se almacenan adecuadamente, pero hay algunos consejos que puedes poner a prueba para prolongar la frescura de estos alimentos y disfrutar de ellos por más tiempo.
Para empezar, es esencial seleccionar frutos de buena calidad desde la compra. Opta por aquellos que se vean firmes y con colores vivos. Evita los que presenten signos de moho o manchas oscuras. Una buena elección en el mercado es el primer paso para asegurar su durabilidad.
Te puede interesar:
Estos son los beneficios que tienen las cerezas para tu salud
¿Qué hacer para que duren más los frutos rojos?
A diferencia de otras frutas, los frutos rojos no deben lavarse inmediatamente después de comprarlos, ya que la humedad acelera su descomposición. Es mejor lavarlos justo antes de consumirlos. Cuando sea el momento de lavarlos, hazlo con cuidado, utilizando agua fría y con un desinfectante para prolongar su vida útil.
El almacenamiento correcto es crucial. Coloca los frutos en el refrigerador, preferiblemente en un recipiente abierto o en una bandeja con papel absorbente en el fondo. Esto ayudará a absorber el exceso de humedad y permitirá una mejor circulación de aire, manteniéndolos frescos por más tiempo.
Recomendaciones:
- Opta por frutos firmes y sin manchas
- Evita la humedad innecesaria
- Usa recipientes ventilados o papel absorbente
- Congela individualmente para evitar que se peguen
- Retira frutas deterioradas para prevenir que el moho se extienda
Así duran más los frutos rojos
Los recipientes herméticos pueden atrapar la humedad y acelerar la descomposición de los frutos rojos. En cambio, utiliza recipientes con rejillas o simplemente deja los frutos en sus envases originales si estos tienen perforaciones. Otra opción es utilizar un colador de plástico colocado dentro de un tazón, lo que permite que no haya humedad.
Si no planeas consumir los frutos rojos en los próximos días, congelarlos es una excelente opción. Para hacerlo, lava y seca bien las frutas, extiéndelas en una bandeja para que se congelen individualmente y luego ponerlas en una bolsa. Este método evita que se peguen entre sí y facilita su uso posterior en smoothies, postres o como snacks.
Mantén los frutos rojos alejados de otros alimentos que puedan liberar gases etileno, como las manzanas o los plátanos, ya que estos gases aceleran el proceso de maduración y descomposición. Además, separa cualquier fruta que comience a mostrar signos de moho para evitar que se propague al resto.