¿Es bueno dormir con mi gato todas las noches? Antiguamente, los expertos en salud desaconsejaban esta práctica; sin embargo, investigaciones recientes sugieren que podría tener beneficios significativos tanto físicos como emocionales. Muchas personas eligen tener una mascota para sentirse más seguras. De acuerdo con la Sleep Fundation, esto puede ofrecer apoyo emocional a personas con trastorno de estrés postraumático.
La misma organización sostiene que tener una mascota en casa puede disminuir la ansiedad y la soledad, ayudando a regular las emociones y aumentando el sentido de propósito en la vida. El amor incondicional de una mascota, como los gatos, puede elevar los niveles de oxitocina en los adultos y reducir los niveles de cortisol en los niños, lo cual fomenta la relajación y la reducción del estrés.
Te puede interesar:
Cuántos años vive un perro husky siberiano, según especialistas
Día del perro guía: ¿cómo es que se les entrena a estos canes?
¿Dormir con mi gato causa enfermedades?
La presencia de perros o gatos en casa influye significativamente en la composición bacteriana del entorno, lo que puede fortalecer el sistema inmunitario de los habitantes. Estar expuesto a una mayor diversidad de microorganismos desde la infancia puede reducir la probabilidad de desarrollar alergias en el futuro, pero siempre es mejor acudir con un experto para saber si en tu caso es recomendable o no.
Los estudios han demostrado que las mascotas mejoran la salud física de los humanos de diversas maneras. Las investigaciones preliminares sugieren que acariciar a un perro o un gato puede disminuir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, por lo que dormir abrazados podría ser beneficioso.
¿Hay riesgos de dormir con mi gato?
- Alergias: Quienes tienen alergias podrían considerar mantener a las mascotas fuera del dormitorio para minimizar la exposición a pelo y caspa.
- Exposición a gérmenes: Si bien la exposición a una mayor variedad de microbios puede ser beneficiosa, las mascotas también pueden traer al hogar bacterias, virus y parásitos potencialmente dañinos.
- Interrupciones nocturnas: Compartir la cama con una mascota puede causar trastornos del sueño, dependiendo del tipo de mascota y de cómo se distribuya el espacio en la cama.
- Comportamiento territorial: Existe el riesgo de mordeduras, especialmente si se despierta bruscamente a un perro o un gato, y los niños son más susceptibles de sufrir estos incidentes.