El tomate es una hortaliza de la que existen multitud de variedades. Todas ellas con unas propiedades nutritivas muy beneficiosas para la salud. Destaca su poder antioxidante, gracias a su alto contenido en licopeno, entre otros muchos beneficios. Sin embargo, este superalimento tiene la particularidad, como otros productos frescos, de permanecer poco tiempo en su estado óptimo para consumirlo y beneficiarnos de todas sus propiedades.
Es muy común que la mayoría de las personas guarden los tomates en el refrigerador. Es práctico y, al igual que con el resto de las frutas y las verduras, suponen que esa porción refrigerada no se echará a perder. Sin embargo, una nueva investigación aseguró que lo más conveniente es que permanezcan fuera de la heladera.
¿Cuál es la mejor forma de conservar los tomates en casa?
La nutricionista Camila Ponce, aconsejó que el tomate no tiene por qué estar dentro del refrigerador, ya que así perderá sus características organolépticas. La profesional señaló que: “son delicados debido a que maduran muy rápido y al momento de comprarlos, es crucial seleccionar aquellos que estén sin imperfecciones, garantizando una maduración controlada”. En ese sentido, coloca esta hortaliza fuera del frío.
El lugar ideal para colocar los tomates es en un lugar fresco, seco y alejado de fuentes de calor y de la luz directa del sol. La despensa es el lugar idóneo para hacerlo. Además, hay que colocarlos con la raíz hacia abajo para que puedan durar mucho más y así evitar que se echen a perder.
Vale destacar que el tomate no es aconsejable que esté en el refrigerador, siempre que no haga demasiado calor. Una temperatura constante de entre 20 y 23ºC es la ideal para conservar esta hortaliza en casa. De ese modo, te aseguras que mantengan el sabor y aroma original.