Como en todos los casos, no hay nada mejor para un gatito recién nacido que estar junto a su mamá. Sin embargo, por distintas razones, la mamá puede estar ausente y te va a tocar a ti hacerte cargo.
Aunque criar a un gatito de pocos días de nacido no es sencillo, con dedicación, cuidados y mucho cariño, es posible que un cachorro pueda sobrevivir para convertirse en un michi que será tu compañero por muchos años.
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Lo primero es conocer las condiciones y los retos a los que te vas a enfrentar al estar a cargo del bienestar del cachorrito, porque implicará mucho tiempo y cariño de tu parte para que salga adelante.
También debes saber que, durante las primeras semanas, se trata de una vida muy frágil, la cual peligra literalmente a cada instante.
Ciegos, sordos y hambrientos
Las primeras dos semanas de vida de un gatito son cruciales. Debes considerar que, en este periodo, son sordos, ciegos y suelen comer cada dos o cuatro horas, incluyendo las de la noche.
Su alimentación en ese momento es exclusivamente de leche materna, pero en ausencia de mamá, debes conseguir alguna fórmula láctea creada para gatitos. Darles leche de vaca puede hacer que se enfermen y que no crezcan bien nutridos.
Otro punto importante es que, en ese momento, necesitan cierta estimulación para poder hacer sus necesidades. Lo mejor es que, con un trapito humedecido con agua tibia, limpies su zona anogenital para ayudarles.
En ese momento, tu michi es incapaz de regular su temperatura, por lo que debes intentar mantener una temperatura constante en la habitación entre los 29 y los 32 grados. Lo puedes lograr calentando toallas o con bolsas de agua caliente.
Una recomendación esencial es que nunca le des de comer a tus gatitos si tienen baja la temperatura, pues puede hacerles daño. Para elevar su temperatura, envuélvelos con un trocito de franela hasta que sus almohadillas estén tibias.
El mayor instinto de los michis es el de la exploración, aún cuando todavía no pueden ver y difícilmente avanzan, por lo que debes colocarlos en un lugar seguro, donde los tengas a la vista y no corran riesgo.
Ciudadanos… ¡de tu casa!
Entre las cuatro y las seis semanas lo crucial es ayudarlos a identificarse con su casa y sus habitantes, incluyéndote. Poco a poco, déjalo explorar los rincones de tu casa y acércalo a los otros moradores para que los conozca.
También es importante que lo familiarices con el arenero. Aunque de manera más o menos instintiva la mayoría de los gatos suelen aprender su uso, no está de más acercarlo y enseñarle, con refuerzos positivos, a emplearlo.
Es en ese momento en el que desarrolla de forma definitiva su personalidad, así que si quieres un gatito juguetón y cariñoso, debes enseñarle a jugar y animarlo a que pase tiempo contigo.
La etapa crítica de la crianza de los gatitos concluye con el destete, que es cuando salen los primeros dientes de los michis. Ofréceles croquetas para cachorros, humedecidas con un poquito de agua o leche.