Muchas personas suelen ir al gimnasio con la intención de bajar de peso, pero, ¿cuántas calorías realmente se queman al levantar pesas? La respuesta es compleja. El metabolismo basal (MB) juega el papel principal en nuestra quema diaria de calorías, siendo responsable del 50 al 70% del total. Esta cifra representa la energía que nuestro cuerpo necesita simplemente para existir, sin contar actividad física adicional.
A esto, le sumamos el efecto térmico de la actividad física, que puede agregar hasta un 20% más a nuestro gasto calórico diario. Y el músculo es nuestro aliado silencioso, ya que quema calorías incluso en reposo. Así, aquellos con más masa muscular verán un número más alto en su gasto calórico diario. Por lo que entre más tiempo lleves de ir al gym, más grasa quemarás.
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¿Cuántas calorías exactamente se queman en el gym?
Datos de Harvard Health Publishing sostienen que actividades como correr en la cinta, nadar, el ciclismo estacionario, el entrenamiento en circuito, y el levantamiento de pesas intenso, se destacan por su eficacia. Por ejemplo, en 30 minutos, dependiendo de tu peso (tomando como referencia personas entre 56.7 y 83.9 kilos), estas actividades pueden quemar una cantidad significativa de calorías: mínimo 90 y máximo unas 400.
Es vital recalcar que las cifras ofrecidas por las máquinas de cardio en los gimnasios suelen ser optimistas, por no decir infladas. La mayoría solo considera el peso y la edad del usuario, ignorando otros factores cruciales como la composición corporal. Esto puede llevar a estimaciones erróneas sobre la cantidad de calorías quemadas.
¿Por qué es importante ejercitar y no concentrarse sólo en las calorías?
Ten en cuenta que la actividad física, guiada por un entrenador profesional y complementada con el asesoramiento de un nutricionista, se convierte en una poderosa combinación para fomentar un estilo de vida saludable y sostenible. No se trata únicamente de la quema de calorías, sino de una comprensión más profunda de nuestro bienestar. Un entrenador profesional personaliza los ejercicios según nuestras capacidades y objetivos, asegurando que la práctica sea segura y efectiva. Por otro lado, la nutrición juega un rol crítico, ya que una alimentación balanceada y adecuada a nuestras necesidades específicas potencia los efectos del ejercicio.