Una de las grandes ventajas de los gatos como mascota es su extrema limpieza. Por lo regular, un michi no hará sus necesidades fuera del arenero y, en la mayoría de los casos, no es necesario bañarlo.
Sin embargo, eso no significa que no necesiten algunos pequeños cuidados funcionales, puesto que además de hacerlos ver bien, les aportan beneficios para la salud. Uno de los más importantes es el cepillado.
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“El cepillado no solo estimula la circulación y mejora el tono muscular, sino que además minimiza el tamaño y la cantidad de las bolas de pelo en el estómago del gato, ya que al cepillar se retira el pelo suelto”, detallan voceros de Purina.
Pero el beneficio no solo es para tu gato. De acuerdo con una investigación de la Universidad de Tromso, Noruega, la relajación que ofrece el cepillado de los michis puede ayudar a reducir la presión sanguínea, el estrés y los síntomas de ansiedad.
¿Cómo cepillar correctamente a mi gato?
Lo primero es saber que no todos los gatos son iguales. Los más comunes son los de pelo corto, los cuales estarán bien si los cepillas una vez a la semana con cepillos de cerdas de goma relativamente suaves y guantes con cerdas.
En el caso de razas como la persa y otras de pelo largo, lo mejor es optar por cepillos deslanadores, los cuales tienen cerdas de acero que permiten extraer de manera óptima los pelos muertos.
“Deshaz los enredos que detectes con los dedos o si no es posible, córtalos con cuidado con unas tijeras de punta roma. Si a tu gato no le gusta que le cepillen, intenta premiarlo con comida u otras recompensas”, aconsejan los expertos.
Por último, para razas como la esfinge que carecen de pelaje, lo mejor es realizar baños semanales para mantener su delicada piel en el mejor estado. Jabones líquidos hipoalergénicos y shampoos especializados son lo adecuado.