El aceite de coco y el aceite de ricino juntos hacen una mezcla increíble para combatir a las lombrices intestinales. Este remedio casero ayuda a eliminar este problema de salud que, según la Clínica Mayo, representa la infección por parásitos más común en todo el mundo. La peculiaridad de estos aceites radica no solo en su origen natural sino también en su efectividad comprobada a lo largo de los siglos, desde la época de los antiguos egipcios hasta la actualidad.
El aceite de ricino, compuesto en un 90% por ácido ricinoleico, destaca por su capacidad para exterminar parásitos intestinales. Sin embargo, es crucial su uso moderado, dado que dosis elevadas pueden ser contraproducentes. En adultos, la dosificación recomendada oscila entre una y dos cucharadas diarias de una mezcla equitativa de aceite de coco y aceite de ricino.
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¿Es bueno el aceite de coco y el aceite de ricino para desparasitar?
Esta combinación potencia los efectos antiparasitarios, ya que el aceite de coco posee ácido láurico, un triglicérido de cadena media con propiedades antimicrobianas notables, capaces de eliminar bacterias, hongos y, por supuesto, parásitos, según recomienda el famoso Doctor Frank.
Para los niños, cuyos cuerpos son más susceptibles, la dosis se ajusta a una o dos cucharaditas, procurando siempre precaución. La mezcla, que no destaca por tener un sabor intensamente desagradable, puede incorporarse fácilmente en jugos o alimentos, facilitando su consumo. Eso sí, consúltalo con tu médico de cabecera antes de hacerlo.
Es importante acudir al médico para tratar el problema de lombrices
Los oxiuros, parásitos delgados y blancos, son los causantes de esta condición, poniendo miles de huevos en los pliegues de la piel alrededor del ano durante la noche. Aunque muchos casos son asintomáticos, otros pueden experimentar picazón anal, insomnio e irritabilidad. La infección se propaga con facilidad, especialmente entre niños en edad escolar.
La Clínica Mayo sostiene que para combatir y prevenir la reinfección, se aconsejan medidas higiénicas complementarias, como el lavado diario de la zona, el cambio frecuente de ropa interior y de cama, y el lavado de estas a altas temperaturas. A veces el médico recomienda la toma de desparasitantes, pero es importante que antes de tomar cualquier remedio casero se acuda con un especialista, quien recomendará o no el uso de mezclas como el aceite de coco y el aceite de ricino.