Cortar cebolla es una tarea sencilla, pero que puede resultar muy molesta para algunas personas, pues suele provocar lágrimas y picor en los ojos. Esto se debe a que la cebolla libera un gas irritante llamado sulfóxido de tiopropanal al cortarla. Seguro que no conocías el motivo, pero ahora descubrirás cómo evitarlo.
Existen muchos trucos para evitar llorar al cortar cebolla, como usar un cuchillo bien afilado, cortarla bajo el agua fría o masticar chicle. Sin embargo, hay uno que resulta bastante curioso: encender una vela al lado de la tabla de cortar.
Los expertos aseguran que ayuda a absorber las sustancias volátiles emitidas por el vegetal. Esto evitará que lleguen hasta las fosas nasales y los ojos, lo que provoca el lagrimeo. La emisión del gas de sulfóxido de tiopropanal suele tener un radio pequeño de alcance, de unos 50-90 cm aproximadamente, así que la vela cortará con este gas irritante.
Un estudio realizado por la Universidad de California en Berkeley, Estados Unidos, concluyó que la llama de la vela no es lo suficientemente caliente como para absorber el sulfóxido de tiopropanal. Sin embargo, el estudio también encontró que la vela sí ayuda a reducir la irritación de los ojos, ya que crea un ambiente más húmedo que ayuda a diluir el gas irritante.
En definitiva, no hay pruebas científicas que confirmen que encender una vela sea la mejor manera de cortar cebolla sin llorar. Sin embargo, este truco puede ser eficaz para algunas personas, ya que crea un ambiente más agradable y ayuda a reducir la irritación de los ojos.
Otros trucos para cortar la cebolla
1. Remojar las cebollas en agua caliente
Tiene el riesgo de que cambie la textura de la cebolla, pero según para qué se necesite, puede servir. Se calienta una olla con abundante agua y en ella se sumergen las medias cebollas durante cinco minutos antes de cortarlas o picarlas.
2. Zumo de limón
El ácido del limón puede neutralizar elementos irritantes de la cebolla. Además ofrece la ventaja adicional de evitar que quede olor a cebolla en la tabla. En este caso, hay que frotar la tabla con el limón, no el cuchillo.
3. Vinagre de manzana
Aquí corres el riesgo de cambiar el sabor de la cebolla. Basta con untar el cuchillo con un algodón humedecido en vinagre de manzana antes de empezar a picar. Y repetir la operación si hay mucho que picar.
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