Aunque durante mucho tiempo comprar prendas de segunda mano era una actividad que no gozaba de buena fama, con el paso del tiempo y las nuevas tendencias en la moda se ha impuesto como una buena alternativa para incrementar tu guardarropa a bajo precio y con un costo menor en términos de impacto ambiental.
“Es un esquema ganar, ganar, ganar, porque gana la persona que compra una prenda de segunda mano, las personas que ponen a la venta su su ropa también ganan y, pues también muy importante, gana el planeta”, detalla en entrevista exclusiva Ana Isabel Orvañanos, country manager de la aplicación GoTrendier, especializada en este tipo de ventas.
Razones de precio y variedad
Orvañanos asegura que, aunque es un factor importante, el costo de las prendas no es el único beneficio que se obtiene al adquirir ropa de segunda mano, ya sea en tiendas especializadas, en bodegas o en aplicaciones como la que ella representa.
“Una ventaja que tiene el comprar segunda mano es que no estás limitada al stock actual en las tiendas, a lo que está de moda o lo que está en tendencia. Puedes tener un estilo mucho más único, porque tienes acceso a millones de prendas”, señala.
Como muestra, en GoTrendier hay más de 20 millones de prendas femeninas de los más distintos estilos, marcas, tendencias y precios, provenientes lo mismo de tiendas de renombre que de compradores tanto del país como del extranjero.
Por otro lado, las personas que ofertan sus prendas también generan ganancias con cosas que, de cualquier otra manera, se harían viejas en la oscuridad de un clóset o una caja, sin ser aprovechadas o lucidas como se merecen.
“Cuando hablamos de finanzas personales siempre debes tener un ingreso extra, y siempre decimos pues cómo carambas voy a lograrlo, entonces poner tu ropa a la venta es una manera muy accesible en la que puedes generar dinero extra sin tener una inversión detrás”, reflexiona Orvañanos.
Una segunda oportunidad para el planeta
Otro beneficio de este tipo de compra consiste en disminuir los índices de contaminación producidos por la producción de ropa. Según datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, solo en la Ciudad de México se generan anualmente 3 mil 700 millones de residuos textiles, y únicamente el uno por ciento de las prendas se reciclan.
“La industria de la moda es la segunda más contaminante, después de la petrolera, y cada vez que se hace una compra de una prenda de segunda mano generamos ahorro en agua y en CO2”, cuenta Ana Isabel Orvañanos.
De seguir la tendencia actual, el panorama es aterrador. De acuerdo con cifras del Banco Mundial, a nivel global la industria del vestido ocupa 93 mil millones de metros cúbicos de agua, con lo que se aplacaría la sed de por lo menos 5 millones de personas. En tanto, el 60 por ciento de las fibras textiles se desechan solo un año después de su elaboración.
“Venimos del mes más caliente del año, se habla ya no solo de calentamiento global, sino de ebullición global, entonces se vuelve muy importante el consumir de una manera mucho más consciente”, concluye.