Es común que los padres se preocupen por la fiebre que puede afectar a sus hijos debido a los virus circulantes en entornos escolares y demás. Sin embargo, es hora de desmitificar algunas creencias erróneas sobre cómo tratar la fiebre en niños.
Para poder realizar este ejercicio se toman las recomendaciones de la doctora Gema Tesorero Carcedo, médico especialista en pediatría y neonatóloga de Centro Creciendo Madrid.
La fiebre como mecanismo de defensa
Uno de los mitos más comunes es la idea de que la fiebre es inherentemente mala y debe reducirse de inmediato. La Dra. Tesorero Carcedo aclara que la fiebre es un mecanismo de defensa natural del cuerpo que activa el sistema inmunológico para combatir infecciones.
El objetivo principal no debería ser simplemente bajar la fiebre, sino aliviar el malestar del niño.
El mito del baño en agua fría
Un mito peligroso es la creencia de que bañar al niño en agua fría puede reducir la fiebre. La Dra. Tesorero Carcedo advierte que esto es desaconsejable ya que la diferencia de temperatura puede hacer que el niño se sienta aún más incómodo e incluso causarle una descompensación. Si el niño disfruta del baño, se recomienda agua tibia en lugar de fría, pero esto no será muy eficaz para disminuir la fiebre.
Medidas efectivas para reducir la fiebre de forma natural
En lugar de recurrir a métodos inapropiados, la Dra. Tesorero Carcedo sugiere medidas más efectivas. Una de las primeras acciones es desabrigar al niño, evitando el exceso de ropa que pueda aumentar la temperatura corporal.
Mantener una temperatura ambiente agradable también es clave. Ofrecer líquidos con regularidad no solo ayuda a mantener la hidratación, sino que también contribuye al bienestar general del niño.
¿Qué hacer si el niño vomita el medicamento?
En ocasiones, los niños pueden rechazar o vomitar el medicamento antitérmico administrado. En estos casos, la Dra. Tesorero Carcedo aconseja observar el estado general del niño. Si ha pasado menos de 15 minutos desde la ingesta inicial, se puede volver a administrar el medicamento.
Sin embargo, es fundamental respetar los intervalos entre dosis, ya que los antitérmicos no curan la infección, solo alivian el malestar del niño.
Como norma general, no se deben alternar el paracetamol y el ibuprofeno, ya que esto puede aumentar el riesgo de confusiones y efectos secundarios. La vía oral es preferible en la administración de estos medicamentos.
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