La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que afecta a unos nueve millones de mexicanos y cuya incidencia está en aumento, aunque parece inofensiva, puede causar graves secuelas, tanto físicas como psicológicas, por lo que es importante detectar sus síntomas para recibir una atención rápida de este padecimiento multifactorial que incluye tanto componentes genéticos como ambientales e inmunológicos.
En entrevista con El Heraldo Digital, Edith Torres Gaudiño, Gerente Médico de Inflamación y la vocera oficial de Pfizer, expuso que la dermatitis atópica puede manifestarse como eczema o ronchas en la piel que causa heridas en varias partes del cuerpo, aunque en los pequeños suelen aparecer en mejillas y cuello, y en adultos, es común en el cuero cabelludo o en los pliegues de las extremidades.
La Clínica Mayo, una de las más reconocidas en Estados Unidos, asegura que los principales síntomas son:
- Piel seca y agrietada.
- Picazón.
- Erupción en la piel hinchada que varía de color según el color de piel.
- Pequeñas protuberancias.
- Exudado y costras.
- Piel engrosada.
- Oscurecimiento de la piel alrededor de los ojos.
- Piel en carne viva y sensible por rascarse.
La dermatitis atópica puede causar serios problemas en la salud mental
La parte psicosocial no se puede dejar de lado, ya que es una consecuencia de esta enfermedad y desencadena otros padecimientos que alimentan un círculo vicioso, pues muchos consideran que a causa de las inflamaciones o lesiones, se ven mal y eso lastima su autoestima de manera muy profunda, aunado a que no pueden salir mucho, porque el sol sólo aumenta más el estado de la piel.
“En general podríamos decir que complica la calidad de vida de cualquier persona, muchísimo porque hay cuestiones indirectas muy severas como la depresión de los pacientes o la falta de calidad del sueño, casi el alrededor del 80-90% no duermen o descansan porque tienen mucha comezón… De igual manera está la ansiedad, que cerca del 60% la tiene”, recalcó.
¿Cómo diferenciar la dermatitis de una alergia?
La diferencia entre las alergias y la dermatitis atópica es un tema complicado. Aunque los daños cutáneos pueden parecer similares, tienen raíces que son muy diferentes y que la única manera de despejar dudas es acudir con un profesional de la salud. Como en la mayoría de los padecimientos, la doctora Edith resalta la importancia de no automedicarse y de visitar a un médico para la evaluación correcta.
“También se asocia con otras alergias, no solo de la piel, o sea, pueden tener rinitis alérgicas más o menos como en el 30%, pueden tener asma también por ahí del 35% o pueden tener conjuntivitis. Entonces sí es importante diferenciarlas, buscarlas y tratarlas porque cada una de ellas hacen como este circulito que no se puede romper, si no te evalúan adecuadamente y no te tratan adecuadamente, probablemente no puedas mejorar esas lesiones y tu calidad de vida empeore”, reflexionó.
¿Se puede curar la dermatitis?
La doctora Torres explicó que la dermatitis es autoinmune, resultado de la herencia genética y un detonador, como pueden ser factores físicos, psicosociales o ambientales. También ciertos alimentos pueden desencadenar brotes y, por tanto, es importante que estos se identifiquen.
"Es muy relevante que se sepa que no se cura pero se controla… Una vez que la identificas la puedes controlar… Sí es es fundamental entender la causa, por lo que es necesario que cada persona se evalúe con su dermatólogo o con su inmunólogo, ya que no en todos es igual”, refirió.
Extremos climáticos, ya sean temperaturas excesivamente altas que provocan sudoración y pérdida de humedad, o temperaturas frías que resecan la piel, pueden inducir a los sarpullidos. El estrés también puede exacerbar la condición en algunos. Otro factor a considerar es el tipo de ropa, por lo que se debe preferir el algodón sobre sintéticos, y eliminar etiquetas que puedan causar rozaduras y, en consecuencia, heridas cutáneas.
¿Qué se puede hacer para tratar la dermatitis?
Entre las recomendaciones más comunes está tener la piel humectada, evitar la ficción y los baños calientes o muy largos, ya que estos podrían empeorar los cuadros. Destacó que durante un cuadro es mejor usar limpiadores suaves, y prohíbe estrictamente el uso de estropajos o cualquier objeto similar, sólo frotar con la mano. Otro de los aspectos fundamentales es secarse con toallas suaves y a toquecitos.
“Si se rasca constantemente, la piel se rompe, se hacen llagas y podría haber una infección severa que incluso pueda comprometer la salud, es muy raro que pase eso, pero si es muy común que se infecte, principalmente en niños, que se rascan, no se lavan las manos agarran cosas y luego se vuelven a rascar e infectar la piel”, apuntó la experta.
En el tratamiento de la dermatitis, aunque hay enfoques sistémicos para casos más severos, la doctora Edith recalcó que la línea de tratamiento depende en gran medida de la actividad de la enfermedad. Aunque las complicaciones de una dermatitis no tratada son graves y pueden impactar considerablemente la calidad de vida.
La doctora Torres considera que es crucial trabajar en estrecha colaboración con profesionales de la salud, pues acudir con ellos ante la mínima señal evitará pasar por malos ratos y afectaciones más complicadas.
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