Este lunes millones de alumnos de todas las edades se incorporaron a un nuevo ciclo escolar, es decir, el 2023-2024, por lo que todos se enfrentan a nuevos ambientes. En el mejor de los casos cambian sólo de aula y de profesores, pero en otros casos cambian por completo de salón, compañeros e incluso entran a una institución completamente nueva.
Después de las vacaciones escolares, los niños deben adaptarse nuevamente a una rutina estructurada, lo que puede representar un cambio drástico en comparación con las actividades más relajadas del verano, lo que puede generar preocupación y estrés en los infantes, lo que a su vez desata ansiedad.
¿Cómo evitar la ansiedad en mi hijo por el regreso a clases?
Mantén una comunicación abierta:
Al comenzar un nuevo año escolar, los niños pueden sentir la presión de cumplir con nuevas expectativas académicas y sociales. El miedo al fracaso, la preocupación por el rendimiento y el deseo de ser aceptados por sus compañeros pueden causar ansiedad.
Es por eso que mantener una línea de comunicación abierta y constante con tus hijos es esencial. Anímalos a hablar sobre sus emociones, inquietudes y expectativas con respecto al regreso a clases; es importante que les preguntes cómo se sienten y escucha atentamente. Validar sus emociones y hacerles sentir que confías en ellos y sus capacidades académicas
Evita el ambiente desconocido y establece rutinas:
Los niños que cambian de nivel escolar o ingresan a una nueva escuela pueden enfrentar la ansiedad debido a lo desconocido. No saber qué esperar en términos de aulas, maestros, compañeros y actividades puede generar nerviosismo. Por ello, es importante planificar una visita a la escuela antes del primer día de clases o en la primera semana.
Explora el edificio juntos, familiarízate con las aulas, los pasillos y otras áreas importantes, al mismo tiempo que acompaña a tus hijos a conocer a sus profesores y al personal de la escuela si es posible, pues esto ayudará a reducir el miedo a lo desconocido y a hacer que el entorno escolar sea más familiar.
Enséñales técnicas de relajación:
Es posible que los estudiantes se enfrenten a algún suceso que los saque de su zona de confort, ya sea propiciado por algún compañero molesto o por algún conflicto que no sepan como resolver, por eso, enseña a tus hijos técnicas de relajación que puedan utilizar cuando sientan ansiedad.
La respiración profunda, por ejemplo, puede ayudar a calmar el sistema nervioso. Enséñales a inhalar profundamente por la nariz, mantener el aire durante unos segundos y luego exhalar lentamente por la boca. También puedes explorar aplicaciones de meditación diseñadas para niños, que pueden ayudarles a relajarse y concentrarse.
En el último de los casos busca ayuda profesional
Recuerda que cada niño es único y puede responder de manera diferente a estas técnicas, por lo que resulta de vital importancia mantener un enfoque paciente y empático mientras el padre trabaja con sus hijos para abordar sus preocupaciones. Sin embargo, si la ansiedad persiste o empeora, considera la posibilidad de buscar la ayuda de un profesional de salud mental especializado en niños y adolescentes.
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