Una de las metas de vida de muchas personas es alcanzar la felicidad, un estado anímico de bienestar y satisfacción generado por diferentes motivos, cada individuo tiene el suyo, desde amor, una familia, o salud, hasta viajes, un puesto laboral o un título académico. Lograr ser feliz no es una tarea fácil, el contexto, las circunstancias y las personas que nos rodean también juegan un rol importante a considerar.
Por siglos, filósofos, psicólogos y otros especialistas e interesados en el área de la salud mental se han dado a la tarea de encontrar y desarrollar herramientas que puedan facilitar el trayecto hacia la anhelada felicidad, aspectos que pueden embonar de manera general o servir de guía para aquellos que así lo deseen. A continuación se puntualizan algunas claves que según Serzen, sitio web especializado en temas de alimentación, vida en familia y salud mental, recomienda para poner en práctica. Cabe mencionar que cada quien es responsable de su propia felicidad, cuyos motivaciones también dependerán de la persona.
¿Qué me hace falta para ser feliz?
Rodearse de personas que inspiren: Jim Rohn, empresario estadounidense, autor y orador motivacional, asegura que somos el promedio de las 5 personas que más nos rodean. Su famosa frase apunta a que si quieres aprender a vivir mejor, es clave rodearse de gente que aporte la energía que quieres emanar: positividad y optimismo.
Vivir el presente: el portal señala que no sirve atormentarse por decisiones del pasado, ni vivir en la angustia de lo que podría pasar; lo importante concentrarse en lo que está pasando ahora, disfrutarlo o resolverlo.
Ejercicio: son múltiples los beneficios que la actividad física trae al organismo. Uno de ellos es la liberación de serotonina, una de las hormonas de la felicidad, que influye directamente en nuestro estado de ánimo y en nuestra paz interior. El incremento de este neurotransmisor provoca que nos alejemos de episodios posiblemente depresivos.
Agradecer: dicen que si no tenemos el sentimiento de gratitud, todo se puede convertir en nada; y viceversa, no tener nada o casi nada podría convertirse en todo, si se sabe agradecer por cada una de las cosas, situaciones o personas que nos rodean, inclusive si son negativas. El sitio web recomienda ser conscientes de lo que tenemos y trabaja por metas, sin olvidar todo lo que ya se ha logrado.
Resiliencia: la prestigiosa Universidad de Harvard señala que la capacidad de tomar desafíos o situaciones que probablemente no favorecieron como aprendizajes es clave. Ser resiliente se refiere a la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas, como la muerte de un ser querido, un accidente o cualquier otra pérdida
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