CENTRO MÉDICO ABC

La leche materna no solo nutre al bebé, también lo protege el resto de su vida

Aunque la lactancia no es necesariamente sencilla o cómoda para la mamá, siempre será lo mejor para el bebé, por ello, es importante tomar todas las medidas o recomendaciones para lograr que este proceso sea más fácil y que ambos lleguen a disfrutar esta etapa de vida.

ESTILO DE VIDA

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Créditos: Especial

La lactancia materna se origina desde el nacimiento del bebé y se puede brindar a lo largo del siguiente par de años. Es un proceso de alimentación con leche producida por la madre, que le proporciona los nutrientes necesarios para crecer y desarrollarse, señala la licenciada en nutrición y asesora de lactancia del Centro Médico ABC, Monserrath Fernández-Salamanca.

Más allá de la nutrición del pequeño, el proceso tiene otros beneficios que incluyen que la madre comparta su sistema inmune y defensas, lo que da una mayor protección contra las infecciones y las enfermedades en general. Por otra parte, también se ha detectado un aumento en la capacidad cognitiva y otros frutos a largo plazo durante la vida adulta. Además, es una parte muy importante para el desarrollo del vínculo afectivo entre mamá y el recién nacido.

Con esto la madre también se favorecerá con una menor pérdida de sangre posparto y disminuirán los riesgos de vivir una depresión en esta etapa de vida, o de cáncer de mama y útero. Mientras que, a la hora de amamantar, tendrá unas pequeñas contracciones o cólicos conocidos como entuertos, los cuales generan que el útero vaya regresando a su tamaño original. Además, estar en periodo de lactancia ayudará a disminuir el peso de la madre, combatiendo los kilos ganados durante el embarazo y puede ayudar a generar un espacio entre un embarazo y el siguiente.

¿Durante cuánto tiempo se debe dar lactancia al bebé?

Una vez que el bebé ha nacido, la madre producirá de manera inmediata una variante de la leche conocida como calostro. Esta es la primera leche producida por las glándulas mamarias durante el último trimestre del embarazo; es muy espesa y concentrada, con un tono amarillento, que se encuentra compuesta por proteínas, carbohidratos, grasas, factores inmunológicos y ayuda a estimular la función intestinal del bebé, señala la asesora Monserrath Fernández-Salamanca.

Posterior a este momento, durante los primeros seis meses de vida la indicación óptima para las madres es alimentarlo a libre demanda, durante este periodo no es necesario proporcionarle algo más al bebé, ni agua, ni fruta, ni alimentos sólidos y mucho menos alimentos procesados como los refrescos.

La leche materna cuenta con todos los componentes necesarios para cubrir las necesidades del pequeño; pero en casos particulares señalados por el médico pediatra se podrá hacer uso de una lactancia mixta con fórmulas infantiles prescritas.

Después de los seis meses y, en función a las observaciones y evolución que haya identificado el médico pediatra o una asesora en lactancia, se dará la indicación para comenzar a introducir alimentos de una forma paulatina, convirtiendo la alimentación en un proceso complementario que puede extenderse hasta los dos años o más. La nutrióloga Fernández-Salamanca indica que existen diferentes guías donde se menciona que este cambio debe empezar con el consumo de insumos de origen animal o que tengan un alto aporte de hierro, debido a que, al término de los primeros seis meses de lactancia a libre demanda, las reservas de hierro del bebé son las que más disminuyen.

Posterior a esto y, en función a lo que el doctor indique, se podrá ir aumentando la variedad de alimentos progresivamente, lo que permitirá detectar si existe algún tipo de alergia o intolerancia de este tipo.

Realiza una lactancia adecuada y cómoda

El proceso de amamantar al bebé puede ser una situación que llegue a lastimar o incomodar a la madre o al bebé, en caso de no realizarse de una forma adecuada. Por este motivo es importante apoyarse con un asesor o del médico pediatra para
identificar factores como el agarre o para resolver todas las dudas que se tengan.

Aunque la lactancia no es necesariamente sencilla o agradable para la mamá, siempre será lo mejor para el crío, por ello, es importante tomar todas las medidas o recomendaciones para lograr que este proceso sea más fácil y que ambos lleguen a disfrutar esta etapa de vida.

Uno de los principales pasos para esto es cuidar lo que se consume, aunque no existe un alimento específico que favorezca la producción de leche materna, llevar una dieta balanceada permitirá cubrir todos los requerimientos nutricionales de la madre para la producción de la misma.

Por el contrario, existen restricciones que se deben tomar en cuenta como el consumo de alcohol, cigarros y de sustancias psicoactivas, debido a que se pueden transmitir a través de la leche, lo que será dañino para la salud del hijo o de la hija. En el caso del consumo de cafeína es importante que el pediatra determine la tolerancia del lactante, en algunos casos si una madre consume varias tazas de café, puede causar que el bebé se ponga irritable o incluso que tenga insomnio.

Durante la lactancia a libre demanda, se busca que la madre ofrezca el seno las veces que lo pida y el tiempo que sea necesario, esto puede rondar entre los 15 y los 30 minutos, aunque no hay una recomendación exacta de tiempo para hacerlo, no obstante, es prioritario que el bebé no pase más de cuatro horas sin alimentarse.

Lo importante de realizar un vaciamiento completo durante cada toma es que de esta manera se brindan todos los componentes nutricionales de la leche, ya que esta cambia del momento inicial de la toma a su momento final. Así, los primeros tragos que haga serán de una leche con una composición con más agua y carbohidratos; y la leche final de cada toma está más cargada de lípidos o grasa, lo que proporcionará una mayor cantidad de calorías al bebé para favorecer que esté más satisfecho y crezca mejor.

Para lograr una lactancia cómoda y adecuada existen diferentes factores que se deben revisar. Por un lado, buscar comodidad para la madre, es decir, que se sienta relajada y tranquila; también es importante encontrar la mejor posición para acomodar al bebé o a los bebés, en caso de que haya más de uno (lactancia en tándem), revisar un buen agarre, porque hay que recordar que lo que le funciona a una madre, no necesariamente es útil para todas.

¿Cómo saber que el bebé está comiendo lo suficiente?

Si después de alimentar al bebé este se encuentra calmado, tranquilo y satisfecho, significa que hubo una buena alimentación. No obstante, es posible que después de amamantarlo, siga inquieto, ya que no se alimentó correctamente o no sació su hambre.

Para detectar esto es importante ver la reacción del bebé al acercarle el pezón, ya que puede aceptarlo o rechazarlo. Además, un bebé con hambre suele llevarse la mano o algún objeto a la boca.

Por otro lado, se puede saber si el bebé está alimentándose bien al momento de cambiar pañales, ya que la cantidad de pañales sucios, tanto por orina como por heces, pueden hablar de la alimentación e hidratación del bebé. Y todo esto se corrobora con el pediatra quien identificará que el bebé ha ganado peso y talla.

En los casos donde el bebé no se alimenta, aunque se le ofrezca el pecho, sobre todo en los primeros días tras el nacimiento, puede deberse a un mal agarre del pezón ya sea por la posición en que está el bebé o por la forma o posición del pezón que dificulta la succión.

Esto se puede resolver fácilmente con el apoyo de una asesora o el mismo pediatra, quienes darán consejos para solucionarlo como cambiar de posición al sentarse, la forma de ofrecer el pecho o el uso de pezoneras.

Para los casos en los que semanas después del nacimiento, el bebé no quiere comer o no puede, se deberá evaluar el caso de manera individual para encontrar la causa y una solución.

¿Qué pasa cuando la mamá tiene que regresar a trabajar?

Alimentar al bebé es demandante para la madre ya que es una tarea que se repite muchas veces a lo largo del día e incluso de la noche y esto puede ser complicado de lograr para una mujer que trabaja. Una medida que puede ayudar a mitigar esta complicación es la creación de un banco de leche, señala Monserrath Fernández-Salamanca.

Este proceso debe comenzar antes de volver al trabajo y consiste en almacenar la leche de un modo inocuo en el refrigerador o en el congelador. Así, se van creando reservas de leche que permitirán alimentar al bebé en los momentos donde la madre está trabajando.

Se recomienda el uso de un extractor eléctrico con dos copas de tamaño correcto, lo que permitirá extraer la leche materna de ambos pechos al mismo tiempo; se sugiere hacerlo en un tiempo máximo de 15 minuto para no lastimar la piel de los pezones.

Es importante llevar un control de caducidad adecuado así como la supervisión de la temperatura de la leche para evitar cualquier efecto negativo en el bebé.

Por último, la nutrióloga Fernández-Salamanca comenta que esta etapa de vida se pasa muy rápido, pero será de gran importancia para toda la vida del bebé, incluyendo su edad adulta por lo que es importante que sea lo más adecuada posible.

El Centro Médico ABC cuenta con el Centro de la Mujer que permitirá resolver todas las dudas antes del nacimiento y los especialistas del Centro de Pediatría resolverán tus dudas o inquietudes para darle a tu bebé una lactancia adecuada que lo ayude a crecer fuerte y sano.

MMV