Como si fuera una pesadilla, uno de los temores más grandes es salir de casa y no saber cómo regresar, qué día es y en el peor de los casos, desconocer a la familia y olvidar nuestro nombre, signos de demencia; de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), ésta es un término general para varias enfermedades que generalmente son de naturaleza crónica y progresiva, que resultan en deterioros cognitivos e interfieren con el capacidad para realizar las actividades de la vida diaria.
Por su parte, Mayo Clinc -entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación- define que la demencia es producto de una enfermedad cerebral, el Alzheimer es la más frecuente y conocida entre la gente. Tener antecedentes familiares de demencia aumenta el riesgo de sufrirlo. No obstante, muchas personas con antecedentes familiares nunca desarrollan síntomas, mientras que otros sin antecedentes familiares presentan problemas con la memoria. En ese sentido, la prestigiosa institución recomienda algunos consejos para reducir el riesgo de aparición.
¿Cómo reducir el riesgo de demencia?
1. Participar en actividades que estimulen el cerebro: los rompecabezas son ideales para convertirlos en un hábito con el transcurso del tiempo, puesto que el valor de las actividades de estimulación cognitiva se va acumulando durante la vida.
2. Educación y aprender nuevas habilidades: mientras más años de estudios tenga una persona, menor es el riesgo de demencia. Las personas que pasan mucho tiempo aprendiendo tienden a desarrollar en el cerebro redes neuronales más robustas y conexiones entre esas células nerviosas.
3. Mantener un estilo de vida saludable: como ocurre con otros problemas de salud, esto es igual de importante para mantener sano el cerebro, es decir, comer bien, mantener un peso saludable, hacer ejercicio frecuentemente reduce el riesgo de demencia. De igual manera, no fumar y limitar el consumo de alcohol mejora la salud cognitiva más adelante en la vida.
Finalmente, la institución médica recomienda mantener las relaciones sociales, es decir, socializar con familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, entre otros, levanta el ánimo y ejercita el cerebro. Cabe mencionar que los buenos hábitos empiezan temprano, por lo tanto, mientras antes empiecen a poner en práctica hábitos saludables, más probabilidad tendrán de mantenerlos y eso los beneficiará durante el resto de su vida.
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