El 2023 comenzó con cambios y nuevos proyectos para muchas personas. Si bien varias pudieron llevar a cabo algunas metas en lo que va del año, otras siguen el camino para lograr lo que se han propuesto. Frente a este deseo, existe un método que ayuda a incorporar cambios positivos para lograr los objetivos.
¿En qué consiste el método de las cuatro D?
El proceso implica un cambio de hábitos para mejorar algunos aspectos que pueden ser personales (como la productividad o el compromiso con ciertas tareas y proyectos) o también grupales. En este sentido, también se puede aplicar para las relaciones de pareja.
La ventaja que tiene este método, creado por Brian Tracy (orador motivacional y empresario) y expuesto en su libro Psicología del logro, es que es realmente versátil para aplicar a cualquier situación o conducta que se quiera cambiar. La técnica contempla cuatro ejes o aspectos que comienzan con la letra D: disciplina, deseo, determinación y dirección.
¿Cómo aplicar el método de las 4 D?
Disciplina
Una parte del método es este aspecto. Esto no quiere decir que para cambiar alguna conducta debas aferrarte a reglas rígidas o duras. Ni mucho menos llegar a una situación de represión de emociones. Lo que este punto sugiere es que tengas una guía para aprender a cambiar un hábito, cualquiera que sea. Que puedas gestionar el tiempo correctamente, con metas diarias que puedas cumplir.
Deseo
Este aspecto es el eje de toda intención de cambio. Si no deseas fuertemente llegar a un estado distinto al que estás, entonces no te esforzarás por hacerlo. Esto implica que en muchas ocasiones haya que salir de la zona de confort y evitar la resistencia natural del proceso.
Determinación
Esta ‘D’ apunta a ser constante y seguro en el proceso de cambio. Puedes querer cambiar un hábito o una situación, pero debes definir cómo lo harás y cómo afrontarás los obstáculos que se puedan presentar. La determinación se traduce en persistencia, en voluntad y en fortaleza.
Dirección
El punto de partida del proceso de cambio es identificable, porque lo asumes con el deseo de querer cambiar. Pero a veces es necesario recordar el punto de llegada. Ir de un punto a otro implica los aspectos anteriores, pero siempre debes mantenerte enfocado en tu objetivo y apegado a tu proyección de mejora. Antes de comenzar la etapa de cambios, debes tener un “mapa” de cómo lograrlo.