DIETAS Y MALA RELACIÓN CON LA COMIDA

Trastornos alimenticios: ¿Por qué no se debe felicitar a alguien por perder peso?

La nutrióloga Karla Chapa habló con El Heraldo Digital sobre las conductas de riesgo que han sido normalizadas por la sociedad y por qué es importante dejar de fomentarlas

ESTILO DE VIDA

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Créditos: Pixabay

Si eres de las personas que felicitan a alguien por perder peso es importante que dejes de hacerlo, pues según la nutrióloga especialista en psicología en nutrición, Karla Chapa, quien ha ganado popularidad en TikTok e Instagram por su lucha por recuperar la libertad con la comida, esto podría detonar conductas desordenadas o en el peor de los casos un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA)

¿Por qué no se debe felicitar a alguien por perder peso?

En entrevista con El Heraldo Digital, la especialista en nutrición habló sobre lo importante que es dejar de normalizar las conductas desordenadas y felicitar a las personas por perder peso, ya que esto podría fortalecer la idea de que estar delgado es lo ideal y hasta detonar un TCA.

"Cuando se celebra la pérdida de peso no sabemos cómo la persona lo logró. Además, vivimos en una cultura donde siempre nos refuerzan la idea de que la delgadez es lo ideal o de que las personas con más oportunidades o 'saludables' son las delgadas", detalló la experta en alimentación.

"También en las películas, mercadotecnia, etc.… el estereotipo ideal es de personas delgadas, mientras que, las personas de cuerpo grande o cuerpo gordo, que estoy usando este término sin ninguna connotación negativa, son siempre los que no tienen pareja, les hacen burlas, etc. Entonces, ya vivimos en una sociedad que nos condiciona que lo saludable o lo ideal es ser delgado y cuando hacemos estos comentarios (sobre pérdida de peso) reforzamos la idea de que algo estaba mal con ellos y que ahora que han cambiado su apariencia ya cumplen con este estándar". puntualizó Chapa.

(Créditos: Instagram / @
healthy_karla)

¿Qué es una conducta desordenada o de riesgo?

De acuerdo con la especialista, se les llama conductas desordenadas o de riesgo a todas aquellas que nos llevan a tener una mala relación con la comida y en casos más graves desarrollar un TCA. Algunas de estas han sido normalizadas por la sociedad e incluso aplaudidas, pero eso no quiere decir de estén bien.

"Algunas de las conductas desordenadas son: saltar comidas, hacer ayunos, hacer ejercicio para compensar, el estarse pesando constantemente, el estarse midiéndose o mirándose al espejo, etc. Muchas de estas son normalizadas y celebradas. La sociedad dice cosas como: 'esta persona tiene mucha fuerza de voluntad' o 'es muy disciplinada' cuando en realidad estos comentarios hacen que la persona se llegue a aislar para evitar salir y comer ciertos alimentos", agregó la nutrióloga, quien afirmó que estos comportamientos son más comunes en mujeres.

(Créditos: Instagram / @
healthy_karla)

¿Cómo saber que estamos en riesgo por estas conductas?

"Cuando empiezan a afectar nuestra calidad de vida, nuestro ambiente social o nuestro ambiente personal. También cuando por mucho tiempo durante el día estamos pensando en comida, en cómo compensar lo que comimos o en cómo sentirnos mejor alrededor de la comida. A su vez, cuando sentimos que 'no que nos estamos portando bien'", comentó Karla Chapa, quien aseguró que tener conductas desordenadas no significa que tengamos un TCA, pero sí implica un mayor riesgo.

¿Cómo darnos cuenta de qué pasamos por un TCA?

La nutrióloga Karla Chapa reveló que ella desarrolló trastorno por atracón cuando estaba estudiando, pero afortunadamente se dio cuenta al escuchar del tema en un semestre de su carrera en Nutrición. Luego de esto, decidió solicitar el apoyo de su familia, quienes la llevaron con una psicóloga y posteriormente a un psiquiatra. 

"Yo me di cuenta porque entré nutrición y en el primer semestre yo tenía toda esta idea de ser más saludable y la presión de tener un cuerpo ideal, de cumplir el estereotipo de belleza... Por lo que empecé a comer muy poco y bajé muchísimo de peso, es lo más delgada que he estado. Posteriormente, la respuesta natural del cuerpo cuando dejamos de comer es empezar a tener más hambre, más antojos y yo desarrollé atracones. Sentí mucha vergüenza y mucha culpa tener estos episodios".

"Yo pensé que era mi culpa y 'mi falta de fuerza de voluntad', pero conforme fui avanzando cada lunes intentaba ser más estricta y era de 'este lunes sí lo iba a lograr', pero llegaba el fin de semana y pasaba exactamente lo mismo. Entonces, en una materia que estuve cursando sobre Trastornos de la Conducta Alimentaria es cuando me doy cuenta. Ahí hablaban del trastorno por atracón y es algo que yo pasaba. Completamente todos los criterios los cumplía y es cuando me doy cuenta de 'ok no puedo sola'. Es algo que me sobrepasa... no es mi culpa... no es mi falta de fuerza de voluntad...", detalló.

PAL