Los perros son los animales domésticos que más acostumbramos tener en el hogar, además es más fácil que desarrollen un lazo emocional con sus dueños. Además, en los últimos años la crianza y cuidado de los lomitos y los hemos hecho parte de nuestras familias, incluso cuentan con su cama, ropa y otros accesorios que hacen su vida mucho más amigable en el hogar.
Además de ser de los animales más leales, también son muy inteligentes y capaces de aprender ciertas rutinas o trucos. Sin embargo, al igual que todo ser vivo, son propensos a sufrir enfermedades, infecciones y dolencias por factores externos, genética, accidentes o por descuido.
Por ello, es importante llevar a tu perro a un chequeo periódico, estar al tanto de sus vacunas y cuidarlos para evitar daños a su salud, pues al ser seres que no pueden gesticular palabras es difícil detectar alguna dolencia o malestar que puede poner en peligro su vida si no se atiende a tiempo.
Sigue leyendo:
Lomitos saludables: ¿los perros no pueden comer carne de cerdo?
¿Es bueno bañar a tu perro en temporada de frío?
Al igual que los seres humanos, los perros y otras especies animales son propensas a las bajas temperaturas y también pueden sufrir de algunas enfermedades respiratorias que pueden desencadenar problemas como bronquitis, pulmonía, entre otros. Y aunque existe la mala creencia que su pelaje los protege, en realidad no es del todo así.
El pelaje de nuestro perro se puede ver afectado por una mala alimentación, enfermedades como la roña, entre otros; el grosor tampoco es igual en todas las razas, por lo que perros como el chihuahua pueden ser más propensos a sufrir de frío. Además, el tema del baño es otra cuestión para sus dueños. ¿Cada cuánto debemos bañar a nuestra mascota?
Los expertos aconsejan que sea una vez al mes, aunque en temporada invernal lo mejor es evitar bañarlos al aire libre y con agua fría. Una opción es asearlo dentro de nuestro baño o en una tina, que el lugar sea cerrado sin corrientes de aire y que sea rápido para evitar que se enferme o corra el riesgo de una neumonía. Sin embargo, si no te quieres arriesgar, usa un jabón en seco o en polvo, sin necesidad de usar agua para no exponerlo.