El descontento con la vida, la depresión y la falta de algo a lo que sostenerse son sentimientos que abundan el último día del año. A lo largo del mundo, millones de personas se sienten sin ningún tipo de apoyo e incluso comienzan a sentir que no vale la pena continuar. Muchas veces, esta condición avanza paulatinamente y los pensamientos negativos comienzan a dominar sobre todos los demás sin que los que los experimentan se percaten.
De acuerdo con la investigación Las múltiples caras del suicidio en la clínica psicológica hecha por Enrique Echeburúa para la Facultad de Psicología de la Universidad del País Vasco, hay diversas señales de que un individuo está en riesgo de atentar en contra de sí mismo por medio del suicidio. Si detectas alguna de ellas en tu día a día, lo mejor es buscar ayuda.
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1. El consumo de alcohol o narcóticos de forma excesiva es una red flag
Para muchas personas, de acuerdo con este estudio, el consumo de drogas o bebidas alcohólicas de forma descontrolada es uno de los factores que pueden prender las alarmas en cuanto al riesgo que puede estar experimentando la gente. El no contar con las herramientas para trabajar las emociones lleva a algunas personas a buscar apagar cualquier sentimiento por medio de sustancias.
A la larga esto puede jugar en contra, debido a que no solamente pone en peligro a la gente por no tener control sobre su cuerpo, sino que además se exponen a riesgos o a lesiones autoinfligidas.
2. Pasar por muchas decepciones y depresión
Las personas que han padecido varias pérdidas y llevan un tiempo considerable en estado de depresión intensa sin recibir ayuda de un experto suelen estar en riesgo de problemas relacionados con la autopercepción o con el deseo de continuar con vida.
Pasar por un despido, por una ruptura amorosa o la muerte de un ser querido pueden causar un descontrol emocional que necesita ser atendido o puede llevar a consecuencias severas en la psique humana.
3. Ideas recurrentes sobre la muerte
No son pocas las personas que tienen ideas repentinas que tienen que ver con sus propios fallecimientos o sobre hacerse daño. Puede que estas aparezcan de la nada, pero deben comenzar a ser tomadas con ciertas reservas cuando se vuelven constantes o su comienzan a ocupan cada vez más tiempo entre las reflexiones de cada uno.
La fantasía de desaparecer es preocupante sobre todo cuando causa una sensación de que se terminaría con algún sufrimiento o que las cosas mejorarían una vez que no se siga respirando. En estos casos, es importante hablar con alguien sobre lo que se experimenta e inclusive buscar ayuda psicológica que permita trabajar estas sensaciones.
4. Sentirse sin apoyo
El desinterés de familiares y amigos sobre el bienestar de sus seres queridos puede ocasionar que estos pasen por momentos en los que el dejar el mundo se convierte en una idea recurrente, debido a la falta de soporte.
Estos casos suelen darse más en hombres, debido a la falta de atención que ponen a sus emociones, así como la tendencia a que se enfrenten por sí solos al dolor por temor de ser vistos como débiles. El no hablar de lo que pasan puede hacerlos más vulnerables psicológicamente y a sentirse atrapados en su propia vida.
5. No disfrutar de la soledad
Algunas personas que se han alejado de otras personas por salud mental, controlan lo que viven y se sienten más cómodos sin tener que convivir con otros; sin embargo, cuando estos periodos en los que no hay alguien cerca ocasionan sufrimiento o sentimientos de inestabilidad, es indispensable buscar alguna estrategia para lidiar con la situación.
Crear relaciones con personas nuevas, acercarse de nuevo a la familia o a los seres queridos o inclusive tener una mascota pueden ser factores que eviten a alguien pasar por temporadas amargas.
No dudes, si tienes depresión, busca ayuda
En México se encuentra habilitado el servicio telefónico llamado"Línea de la Vida", el cual brinda ayuda profesional y soporte emocional a las personas que lo necesiten. Para poder hacer uso de este basta con llamar al al 800-911-2000.
Permitir que alguien te escuche no es sinónimo de debilidad, sino de que estás buscando cambiar lo que te molesta. Nunca es tarde para pedir soporte.