Si últimamente has experimentado dolores de cabeza, puede haber diversas causas detrás y es importante que puedas acudir con un profesional de la salud para saber a qué se deben y cuál es el mejor tratamiento para ti; sin embargo, hay algunos remedios caseros muy sencillos que puedes poner en práctica para atacar ese malestar.
Algunas de las posibles causas son ciertos alimentos a los que puedes ser sensible, la deshidratación, el no tener un descanso adecuado o problemas de visión, así como los cambios hormonales y el estrés, por ello aquí conocerás una técnica de respiración muy sencilla que te ayudará a calmar ese dolor.
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¿Qué puedo hacer para acabar con el dolor de cabeza?
Recuerda que si tus dolores de cabeza persisten y se han vuelto severos, lo mejor es consultar a un médico, con el objetivo de que contar con un diagnóstico más preciso y tener un tratamiento específico, pero si tus dolores de cabeza son aislados y no son de gran intensidad quizá lo que está pasando es que tu cerebro necesita más oxígeno.
La respiración es fundamental para vivir y para mantener un buen estado de salud y el bienestar, ya que gracias a ese proceso es posible la entrada de oxígeno que permite la producción de energía en las células y favorece el trabajo del sistema cardiovascular, es decir, ayuda a regular la presión arterial y a mantener un flujo sanguíneo adecuado. Asimismo, si tu cerebro no está oxigenando adecuadamente, lo cual es conocido como hipoxia cerebral, puedes experimentar dolor de cabeza, falta de concentración y una sensación de sueño constante.
Por ello se recomienda que hagas lo siguiente para bajar algún tipo de inflamación en tu cráneo: es un ejercicio de respiración con m, en el cual debes inhalar por la nariz y al exhalar sacarás el aire con el sonido de "ummm...", por la nariz y sin abrir la boca, así hasta que se te acabe el aire y debas comenzar de nuevo.
Se recomienda realizar este ejercicio durante tres minutos antes de irte a dormir, ya que esta vibración provocará que se produzca más óxido nítrico en los senos nasales y paranasales, lo que ayudará a bajar la tensión, y a que se abran los vasos sanguíneos para oxigenar mejor cualquier tejido del cuerpo, pero sobre todo tu cerebro.