El comportamiento de los perros puede llegar a convertirse en un dolor de cabeza para algunos dueños, especialmente cuando se convierte en demasiado "rebelde" y difícil de controlar, incluso con la ayuda de los expertos. Aunque muchas personas añoran la tranquilidad de cuando son cachorros o cuando entran en su faceta adulta, otros olvidan que los canes también pasan por la adolescencia.
Así que si tu lomito se encuentra en una etapa en la que parece no escucharte, siempre te sorprende con destrozos dentro de casa, o bien, todo el tiempo está ladrando para llamar tu atención, puede que esté pasando por la adolescencia canina. ¿La habías escuchado?, aquí te contamos todo lo que tienes que saber sobre ella para identificarla en tu mascota.
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¿Cómo saber si tu perro está en la adolescencia?
Al igual que los humanos, los lomitos atraviesan distintas etapas a lo largo de su vida, aunque no de la misma manera en la que lo hacemos nosotros; de ahí que incluso se afirme que por cada año humano, pasan siete para los lomitos. En cuanto a la adolescencia, puede presentarse cuando piensas que tu peludo aún está en la faceta de cachorro o cuando entró a la de adulto.
La buena noticia es que existen muchas señales con las que puedes determinar que tu perrito está pasando por la adolescencia y que no es rebelde por naturaleza. Así que respira profundo, tenle paciencia y juntos atraviesen esta etapa que durará un buen tiempo, pero que también forjará la personalidad de tu lomito y la conexión que juntos tienen.
Uno de los aspectos fundamentales que tienes que saber para determinar la etapa en la que se encuentra tu fiel amigo es pensar en su edad, ya que los expertos señalan los seis meses de vida canina como el inicio de la etapa de la adolescencia. Y si quieres conocer algunas de las señales que lo delatan, aquí te las compartimos:
- Te ignora. Y no lo tomes a mal, esta característica es meramente instintiva, pues durante la transición de cachorros a adolescentes, los perros tienden a ser autónomos y buscar su independencia, así que el no prestar atención a tus indicaciones es su forma de explorar e interactuar con su entorno.
- Reacciona con miedo. Es muy normal que durante esta etapa temprana de tu mascota descubras que puede reaccionar con miedo a ciertas situaciones que antes no le detonaban el sentimiento. Ya sea a la interacción con personas, otros perros o simplemente su ambiente, esta señal corresponde al cambio hormonal al que se enfrenta en este momento de su vida.
- Energía extrema. Los aumentos hormonales también influyen directamente en la energía de tu perro y es por ello que no te debes de sorprender si los descubres excitados, intensos o con reacciones muy estimuladas a todo lo que les rodea; sin embargo, también es importante que tomes en cuenta que las hormonas que produce en este momento de la vida también pueden llevar a que tu mascota incremente la timidez o la sociabilidad.
- Destrozos. Tal y como te advertimos en un inicio, las travesuras también pueden ser señal de que tu mascota está creciendo y aunque parezca que lo hacen para sacarte "canas verdes", lo cierto es que esto también puede responder a los proceso hormonales y a lo que éstas detonan en sus emociones.
¿Cómo educar a un cachorro?
Educar a un cachorro —especialmente después de los seis meses, que es cuando inician su proceso de adolescencia— requiere paciencia, consistencia y una buena comprensión de sus necesidades. Aquí te presentamos algunos consejos útiles:
- Socialización. Es esencial para un cachorro. Debe exponerse a diferentes personas, animales y entornos para que se sienta cómodo y seguro. Esto incluye otros perros, gatos, niños, autobuses, bicicletas, etc.
- Entrenamiento de obediencia. Enseña a tu cachorro los comandos básicos como "sentado", "quieto" y "aquí". Esto no sólo es útil, sino que también fortalece tu relación con tu mascota.
- Uso del baño. Enseña a tu cachorro a hacer sus necesidades en un lugar específico, ya sea en un periódico en casa o en un lugar específico fuera de casa.
- Hábitos de alimentación. Establece una rutina de alimentación regular y asegúrate de que tu cachorro esté comiendo una dieta equilibrada y saludable.
- Consistencia. Sé coherente con tus reglas y expectativas de comportamiento. Asegúrate de que todos en la casa sigan las mismas reglas para evitar confusiones.
Recuerda que cada cachorro es único y puede requerir diferentes enfoques de educación. Consulta a un veterinario especializado en comportamiento si necesitas ayuda adicional.