La maternidad implica una serie de retos interminables, por ejemplo: si hablamos del parto, el postparto, la lactancia o la crianza, no podemos dejar de lado otros conceptos que van directamente relacionados a cada una de estas etapas como puede ser; recuperación, depresión, mastitis o los terribles 2.
¿Qué son los terribles 2?
Los terribles 2 son conocidos por abarcar una etapa en el desarrollo infantil que (comúnmente llega a los 2 años de edad) y aunque en realidad esto depende mucho de cada niño, niña y sus respectivas familias lo común es que este periodo se presente poco después del año y medio y pueda terminar hasta los 4 años.
Cabe señalar que en esta etapa los niños comienzan a interactuar de manera más concreta con el ambiente que les rodea, en su lenguaje se suman palabras de negación como el “NO” y sienten un gran deseo por generar autonomía, por esta razón ellos desean tomar un vaso con sus propias manos, vestirse sin ayuda de mamá o papá, así como ponerse de pie y caminar sin la presencia de un adulto.
Los adultos, en respuesta, ya sea por miedo a que se lastimen, prisa por llegar temprano al trabajo o desesperación optamos por ayudarles y ellos en respuesta hacen rabietas, pues no toleran la idea de que no se respete lo que intentan realizar.
Conoce más sobre los terribles 2 en este episodio de “¡En la mother, soy mamá!” producido por el Heraldo Podcast:
¿Cómo reaccionar ante la rabieta de un niño en los “terribles 2”?
Antes que nada, recuerda que todos fuimos niños y que es importante que trates a los más pequeños cómo te gustaría que otros a su alrededor lo traten, además si eres su padre, madre o cuidador es importante que le brinden cariño y comprensión pues solo es una etapa de transición en la que lo que más requiere es empatía.
- No grites
- No lo agredas ni lastimes
- Establece límites respetuosamente
- Obsérvalo y comprende sus acciones
- Ayúdalo a canalizar sus emociones
Aunque parece una tarea sencilla, todos los padres, madres y cuidadores de niños saben (y sabemos) que enfrentar una rabieta es sumamente difícil. Es indispensable que, aunque te sientas furioso o desesperado, respires y comprendas que las agresiones, insultos o golpes nunca serán una buena alternativa.
Lo ideal es observarlos y poco a poco comprender qué les gusta hacer solitos, qué no les gusta, en qué momento del día se molestan más etc. así detectaremos que áreas de oportunidad en las que como padres o cuidadores podemos trabajar.
Por último, enséñale a canalizar sus emociones, respirar e incluso contar hasta 10. Dale su espacio y el tiempo necesario para llevar a cabo sus actividades, recuerda que los niños no tienen prisa por llegar rápido a algún sitio como los adultos, su reloj corre a un ritmo distinto y en el camino del aprendizaje requieren 5 minutos más que tú para atar los cordones de sus zapatos. No olvides decirles cuánto los amas.
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MGHR