Una de las preguntas que se hacen muchas personas amantes de los gatos, es si así como los humanos, estos animalitos pueden también pueden tener síndrome de down, sobre todo a raíz del peculiar aspecto físico de algunos michis como Monty, Maya y Grumpy, que llamaron la atención de los usuarios de redes sociales.
El caso de Maya tuvo resonancia entre los internautas, ya que debido a una anomalía cromosómica, esta simpática gatita de color gris nació con una deformación muy evidente en su carita, tiene los ojos separados, estrabismo y no tiene puente nasal. Ella es originaria de Salem, Massachusetts y nació con un cromosoma de más, un trastorno genético parecido al de las personas que se conoce como Síndrome de Down o Trisomía 21. Por su parte, Grumpy, quien murió en 2019, solo tenía un problema de enanismo
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¿Los gatos pueden tener síndrome de down?
Los gatitos no pueden tener síndrome de down o trisomía 21, ya que este es un anomalía genética que afecta únicamente a los humanos y deriva de una división celular anormal en la cual se da una copia extra, ya sea parcial o total del cromosoma 21. Esto significa que las personas con esta condición tienen tres cromosomas en el par número 21.
En tanto, los michis tienen una distribución genética muy distinta a la de los humanos, sólo tienen 38 cromosomas que se agrupan en 19 pares, pero esto no tiene ninguna relación con el síndrome de Down. Se trata de un rumor que se ha extendido alrededor de los gatos, que han nacido con alteraciones genéticas.
Y si bien es cierto que los animales también tienen una secuencia genética ordenada por cromosomas y es posible que sufran trisomías, no nacen con síndrome de Down. En cada especie animal los pares de cromosomas son distintos, por ejemplo los ratones tienen trisomía en el cromosoma 16. También hay alteraciones cromosómicas en perros.
Cabe destacar que una de las causas de enfermedades congénitas en animales es la exposición a toxinas o virus en el utero de la madre o que haya malformaciones por la cruza entre hermanos.