El perfume es, por lejos, el mejor producto de belleza con el que puede contar una mujer. Es que nos permitirá dejar nuestra huella a cada paso que hacemos, dando a conocer cuál es nuestro sello distintivo. Sin embargo, las fragancias deben ser cuidadas, como así también sus prácticas, para que el aroma nos dure más tiempo. Es por ello que te enseñaremos algunos trucos para que la experiencia sea la mejor.
Uno de los aspectos centrales que incide en las fragancias es saber cuándo aplicarlas. Es que si se hace cuando los poros están abiertos, se conseguirá un aroma profundo y durará más tiempo. En consecuencia, expertos aconsejan hacerlo después de bañarnos, antes de hidratar la piel con cremas y demás cosméticos.
El perfume debe saber colocarse en el cuerpo, ya que no todas las zonas son las indiciadas para este producto de belleza. Especialistas afirman que las zonas del cuerpo que ayudan a que las notas se mantengan durante más tiempo son los lugares en donde se genera más calor: cuello, muñecas y antebrazos.
Otro de los trucos que deberá tener en cuenta la mujer es saber cómo guardar el frasco, debido a que esto influirá en la duración de las notas aromáticas. En consecuencia, si el frasco lo colocamos sobre la cómoda y le da mucho el sol o la claridad, la loción perderá sus propiedades y cada vez le durará menos el olor. Lo más recomendado es que el producto se guarde en su caja original o que se guarde en alguno de los cajones de la cómoda. Otra opción es guardarlo en el armario del baño.
Además, el perfume tiene que combinarse con productos de la misma gama, tales como gel exfoliante, crema hidratante, desodorante y crema de manos, algo que hará que las fragancias sean más duradera. Mientras que por último, toda mujer deberá pulverizar el producto de belleza en el aire y después colocarse debajo para que caiga sobre el pelo y la ropa, de forma indirecta.