Al momento de elegir zapatos, debemos tener en cuenta múltiples opciones, tales como tipo de cuero, si tiene cordones o no y, especialmente, los colores. Pero más allá de todos estos requisitos, si el calzado no se adapta a nuestro pie, las decisiones tomadas serán en vano. Y si esto te sucede, debemos acudir a distintos trucos para ensanchar los zapatos.
En la misma línea, las condiciones del pie tales como empeine levantado o juanetes podrán atentar contra la estructura del calzado. Y si bien los zapatos –en ocasiones- se ensancharán con el mismo uso, otra veces debemos acudir a trucos caseros efectivos como los que te contaremos a continuación.
Es que, según especialistas en el rubro, lo primero que tenemos que hacer para ensanchar los zapatos es ponértelos en casa. De esta manera, el pie le irá dando la forma a ese calzado que nos quedó chico. Para que no te hagan daño y ejerzan un poco de presión sobre el material, tendrás que usarlos con unos calcetines gordos. Si te cuesta meterlos, mójate los pies para que resbalen por tu piel.
Además, en el caso de zapatos de piel, podrás untarlos por dentro con crema hidratante para que favorezcan la entrada del pie. También tendrás la posibilidad de colocarte sobre tus extremidades inferiores si no vas a ponerte calcetines. Mientras que en un calzado cerrado, este truco es muy efectivo para ensanchar las tiras de las sandalias.
Y si el pie no ha colaborado en el ensanchamiento del calzado, debemos acudir a la ayuda del refrigerador (siempre que no se trata de zapatos de piel de animal). En este caso, para que se ensanche, deberás meterlo en la parte del congelador, con una bolsa de agua en su interior. Cuando se congele, irá presionando las paredes del zapato para hacerse hueco, por lo que se quedará su forma.