SALUD Y BIENESTAR

Esta es la razón por la que tienes las manos y los pies fríos

Padecer extremidades frías representa un serio problema para la salud ya que estará vinculado con el sistema circulatorio.

ESTILO DE VIDA

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Manos, Pies fríos, Salud.Foto: Pixabay

Tener las manos y pies fríos representan uno de los síntomas a los que no le prestamos atención y significará una señal de alarma para nuestra salud. Pero cuando notamos que la temperatura corporal desciende justamente en ambas extremidades, se puede deber a un grave trastorno ya que la vascularización de sangre servirá como señal, por lo que será vital acudir a un especialista.

Si bien expertos sostienen que la temperatura de los pies y las manos, como ocurre con otras zonas alejadas del corazón, normalmente es algo inferior a la del resto del cuerpo, tener manos y pies fríos puede significar un problema de salud en el sistema cardiovascular. Esto se debe a que si la sangre fluye sin problemas y no hay estancamientos por unas arterias elásticas, impulsada por unos músculos activos y un corazón competente, las extremidades difícilmente están frías.

En consecuencia, si la sangre llega con dificultad -por llevar ropa demasiado apretada, usar un calzado ajustado, por sentarse con las piernas cruzadas de forma habitual-, se presentarán este tipo de cuadros que perjudicarán la salud debido a esta temperatura. Lo mismo ocurre si en lugar de realizar actividad física o finalizar la ducha con agua fría para mejorar la elasticidad arterial, uno se abriga de forma exagerada, calienta en exceso el hogar y se baña con agua muy caliente.

La ciencia nos ha enseñado que el cuerpo cuenta con dos tipos de envolturas: una externa que aísla del ambiente y una interna que cubre las cavidades interiores del organismo, denominada mucosa. Ambas cuentan con una amplia red de capilares sanguíneos y al aumentar la sangre en la red capilar de la piel disminuye en la red capilar de las mucosas, y viceversa, afectando las manos y pies fríos.

Foto: Pixabay

Por lo tanto, la salud necesitará de un equilibrio térmico del cuerpo, es decir, que se mantenga la temperatura normal de los vasos comunicantes. Esto deberá evitarse para que el sistema circulatorio no sufra daños que serán comunicados mediante las manos y pies fríos.

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