Uno de los debates interminables de la sociedad es si es bueno o no educar a los niños con golpes, pues muchas personas -en especial los más adultos- recibieron este tipo de reprimendas durante su infancia. De hecho, en redes sociales es común leer comentarios en los que aseguran que fueron criados de esta manera y no supuso un trauma ni otros problemas; sin embargo, la ciencia y los expertos en salud mental tienen otros argumentos y catalogan a esto como una forma de violentar y vulnerar a los menores.
Al ser un tema de interés social, en especial para las madres y padres de familia que están implementando una crianza responsable, El Heraldo Digital conversó con la psicóloga Leydy Johanna Gomez Aguilar, quien es experta en temas como la educación emocional, el desarrollo psicoafectivo en primera Infancia y teoría del apego; y detalló por qué los golpes durante la infancia son una forma más de violencia.
"Educar con golpes es violencia porque cada vez que yo agredo -no solamente físicamente-, y aquí súper importante hacer la aclaración que la violencia no es solamente física; hay violencia psicológica también, cada vez que yo agredo a alguien o que yo agredo a mi hijo tanto física como psicológicamente lo estoy volviéndolo, lo estoy haciendo vulnerable no sólo a sufrir trastornos, sino también a que él use estos recursos en sus interacciones diarias", detalló Gomez Aguilar.
En lo que respecta a la educación con golpes, que puede ir desde un manazo, nalgadas e incluso a agresiones más intensas, la experta en Neuropedagogía, explicó que científicamente se ha comprobado que cuando los niños crecen en espacios con violencia intrafamiliar, sea ejercida contra ellos o no, puede ser uno de los principales factores para que se formen personas con daños emocionales e incluso replicar conductas violentas a lo largo de sus vidas, ya que el cerebro "se alimenta y enriquece del entorno y se adapta a él".
"Estar en entornos violentos cambia toda esta arquitectura del cerebro y genera vulnerabilidad, mayor a sufrir a futuro, ciertos trastornos. Digamos que lo que pasa cuando creces en entornos violentos es que te dejan una mayor vulnerabilidad a futuro, no sólo de sufrir trastornos, sino de replicar estos patrones y de volverte violento, como que te vuelve vulnerable a sufrir ciertas condiciones", dijo a El Heraldo Digital.
A pesar que en décadas pasadas la crianza con golpes era muy común, Gomez Aguilar afirma que con el paso de los años y las investigaciones sobre el crecimiento de las personas, se ha descubierto que no son necesarios y que los niños se "pueden desarrollar y crecer sin necesidad de llegar a estas herramientas". En ese mismo sentido, pidió que aunque este tipo de reprimendas se ha heredado por generaciones, en este momento "estamos llamados a ser una generación que haga las cosas diferentes porque tenemos información a la mano, tenemos ya todas las evidencias que esto no funciona".
¿Qué es la violencia psicológica y por qué tampoco se recomienda?
Tras aclarar que este tipo de crianza puede ocasionar trastornos en los menores, la experta precisó que otro tipo de violencia muy frecuente contra los niños es la psicológica que en muchas ocasiones los padres y madres hacen consciente o inconscientemente. Es por ello que precisó que se debe de tener mucho cuidado en la forma en la que se le habla a los pequeños.
"La violencia psicológica es igual de dolorosa y de dañina que la física. Cuando me refiero violencia psicológica es de la desacreditación, la minimización, la del todo tiempo decirle: 'Eres un tonto, eres un inútil, no sabes hacer nada, eres un bruto, nunca hace las cosas bien'; el estar todo el tiempo descalificando a la persona genera inseguridades, baja autoestima, genera adultos que tienen poca capacidad de gestionar sus emociones y poca capacidad de reconocer lo que le pasa a otros", dijo Leydy Johanna Gomez Aguilar.
En ese sentido, la experta recordó que la educación con golpes y la violencia psicológica "no constituyen una forma adecuada para educar"; sin embargo, recordó que muchas veces se recurre a ellas por falta de recursos, pero con un acercamiento a información siempre es posible "criar libre de violencia, que la la crianza esté enfocada en los buenos tratos, que esté enfocada o que esté basada en el respeto y en los buenos tratos".
Sin embargo, para lograr cambiar la forma de educar a los menores, también es necesario fomentar en la sociedad y en las familias una crianza respetuosa en la que se le explique por qué no se deben emplear los golpes y no prohibirlo sin más. Asimismo, Leydy Johanna Gomez Aguilar señaló que hay que educar para tener una "crianza esté basada en los buenos tratos que esté libre de violencia porque la violencia genera más violencia porque la violencia nos deja vulnerables a sufrir otros temas más adelante".
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