El amor a primera vista ha sido nombrado infinitas veces en distintos ámbitos, donde todos coinciden en que representa uno de los sentimientos más genuinos. Y en este contexto, la ciencia realizó un hallazgo que pone en alerta a todos los enamoradizos. Es que académicos de la Universidad Hebrea de Jerusalén (HU) revelaron que el tiempo real para que florezca el romance es de alrededor de dos minutos.
Para ser más precisos, los eruditos investigaron cómo el sudor de la piel y los movimientos físicos cambian cuando hombres y mujeres se encuentran durante citas rápidas y descubrieron que las parejas que estaban interesadas en el otro de forma romántica tenían tasas de sudoración de la piel similares en dos minutos. Es decir que ambos estaban en la misma frecuencia de amor en tan solo 120 segundos.
Siguiendo esta línea, la ciencia afirmó, basándose en este estudio, que las mujeres se sienten más atraídas por los hombres sincronizados que los hombres por las mujeres sincronizadas. Las parejas interesadas también sincronizaron sus movimientos físicos a lo largo de la cita, como sonreír, asentir y mover brazos y piernas. Por lo que estos sentimientos son altamente genuinos y las probabilidades de que la relación prospere son efectivas.
El estudio mostró que dentro de los dos minutos posteriores a la cita, la sincronía fisiológica predice el interés romántico. Algo que se opone a otros rasgos como la forma de la cara, el color de pelo o indicadores de fertilidad. En consecuencia, el amor a primera vista es más efectivo y veloz que un proceso tradicional de enamoramiento (como sucede, por ejemplo, con dos personas que se conocen a través de una aplicación de citas).
Este hallazgo de la ciencia fue logrado después de que 32 estudiantes universitarios heterosexuales -16 hombres y 16 mujeres interesados en una relación romántica- se expusieran a tres tandas experimentales de 16 citas. En estos encuentros, el hombre y la mujer se encontraban durante cinco minutos y en dichas citas hablaban sobre puntos en comunes. Lo que ellos no sabían es cómo otros aspectos entraban en juego, haciendo que el amor brotara en pocos minutos y los sentimientos se apoderaran del dúo.