Los problemas alimenticios más comunes en adolescentes son la anorexia y la bulimia, mismas que pueden traer graves afectaciones en la salud de los pacientes y aunque ya existe un tratamiento para erradicar estos trastornos, se ha demostrado que las terapias con perros pueden ser de mucha ayuda para los jóvenes que tienen una mala relación con la comida y los resultados son más que favorables, pues son precisamente los peludos quienes dan un gran soporte emocional.
Esto no es nada nuevo, pues desde hace años se ha hablado de lo beneficioso que es que personas con trastornos psicológicos tomen terapia junto a sus canes y es que ayudan a controlar los ataques de ansiedad e incluso la depresión; sin embargo, un nuevo estudio realizado en el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid, España, ha demostrado que la presencia de los perros es muy beneficiosa y que hay muchos casos de éxito para tratar a los adolescentes que tienen anorexia y bulimia nerviosa.
Cabe destacar que esto no significa que los animales por sí mismos sean capaces de tratar a los adolescentes, ni mucho menos que al llevar una mascota a casa los problemas alimenticios desaparezcan por completo. Pues para tener casos de éxito es necesario que haya un acompañamiento de los pacientes con psicólogos expertos en Intervención Asistida con Animales, y es que conforme avanzan las terapias, el protagonismo de los canes va perdiendo importancia gracias a que permiten que los jóvenes ganen autonomía.
De acuerdo con los resultados del estudio realizado en jóvenes de entre 13 y 17 años, el acompañamiento con animales también influye de forma positiva en los pacientes al mejorarles su autoestima y confianza, así como ayudarles motivacionalmente y en sus procesos de recuperación. Por supuesto, esto sólo es una parte de los beneficios, ya que se confirmó que después de una sesión de terapia las "emociones agradables" aumentan de un 16 por ciento a un 62%.
Al igual que con otro tipo de terapias con animales, los adolescentes con trastornos alimenticios reducen sus niveles de ansiedad y depresión casi por completo, pues según los registros, antes de la sesión los pacientes presentaron un 47 por ciento de estos malestares, mientras que al salir de la terapia, sólo presentaron un 4%.
"Estas conclusiones preliminares nos ayudan a saber que vamos por el camino correcto y que debemos de seguir recorriéndolo para ayudar a más jóvenes", destacó la doctora y jefa del servicio de psiquiatría y psicología del hospital, Montserrat Graell.
Aunque es estudio se centró en la anorexia y bulimia, Montserrat Graell detalló que aún se tiene que trabajar en la eficacia de los tratamientos, además de implementar otro tipo de intervenciones que les permitan a los expertos de salud a identificar nuevos diagnósticos relacionados con problemas alimenticios, como es el caso de los atracones o las restricciones de comida.
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