La llegada de un bebé a casa supone muchos cambios y no sólo para los padres o el estilo de vida que solían llevar, sino también para el perro que por años ha acompañado a la familia. Es por ello que resulta fundamental que en el primer encuentro entre tu mascota y el recién nacido las cosas surjan de la manera más fluida posible para que posteriormente no exista un rechazo.
Pues seguramente el sueño de muchos padres es que sus bebés crezcan con la mejor compañía y esa es precisamente la de los perros, quienes además de ser fieles, pueden llegar a ser los más amorosos y protectores con los niños pequeños, pero para que esto ocurra primero se tiene que forjar un lazo entre ambos.
Así que si estás embarazada es muy importante que desde ahora comiences a planear cómo presentarle a tu bebé a tu perro y los cuidados que se deben de tener con la mascota tanto durante y después del embarazo, ya que los primeros días que el nuevo integrante de la familia llegue a casa son clave para una buena convivencia.
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Conducta e interacción, lo primero que tienes que considerar
De acuerdo con los expertos, lo primero que debes hacer mientras estás embarazada es ver las conductas de tu perro, pues algunos son muy tranquilos y otros más son muy inquietos y juguetones, mientras que algunos más pueden tener conductas agresivas, sobre todo con personas e incluso con otros canes.
Al detectar conductas de agresividad, lo mejor es visitar al veterinario e incluso a un entrenador que te ayuden a mejorar la actitud del animal, para que cuando el nuevo integrante de la familia esté en casa pueda acostumbrarse a él y verlo como un miembro más de su manada.
Mientras que en casa, lo ideal es que todos los perros comiencen a interactuar con el nuevo ambiente, así que no dudes en dejarlos oler la recamara que será del bebé, así como los juguetes e incluso a los nuevos aromas que inundarán la casa por productos como toallitas húmedas, talcos, jabones y champús.
Asimismo, cuando el pequeño nazca y antes de que lo lleves del hospital a casa puedes tomar alguna prenda o cobija que ya haya usado y llevarla con el can, así tendrá oportunidad de familiarizarse con el olor del bebé antes de que lo conozca. Una alternativa es que después de que olfatee le des un premio.
Por otro lado, durante el embarazo también puedes dejarlos que se familiaricen con los nuevos sonidos que habrá en casa, pues aunque ellos tengan su propio espacio será inevitable que escuchen el llanto o risa del bebé, sus sonajas, así como otras canciones de cuna.
¿Y cuando el bebé llegue?
Ya sea que los quieras presentar en casa o en un ambiente abierto como puede ser un parque, mientras el perrito se encuentra en su paseo diario, lo ideal es que tengas a tu bebé en brazos y que alguien más te ayude a cargar al perro con una distancia prudente en la que tenga la oportunidad de ver y oler al pequeño.
Este primer encuentro es fundamental para que el perro entienda que habrá cambios importantes en casa y se familiarice con un nuevo integrante de la familia. Debes de considerar que es normal que sienta curiosidad por ver al bebé y toda la atención que recibe, así que déjalo ser parte de todos los momentos, eso sí, procura no descuidar al can; demuéstrale que también hay tiempo y espacio para él.
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¿Qué más se puede hacer?
Como te adelantamos, no sólo basta con presentarle tu bebé a tu perro, sino que los cuidados y la atención que le prestes a ambos es fundamental para que exista una buena relación entre ellos y, sobre todo, que tu lomito no comience a sentir rechazo por parte de su "manada", pues esto le puede traer cambios en el compartimiento.
Es por ello que mientras estás embarazada y tras dar a luz, hagas participe a tu perro y no lo dejes de lado; es decir, no hay que descuidarlo ni quitarle toda la atención, por lo que jugar con él y salir a sus paseos diarios es indispensable. Asimismo, es fundamental que cuando esté con el bebé siempre haya supervisión de alguien.
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