La guanábana es una fruta originaria del trópico americano con un sabor particular. Su color es verde y presente un contorno con espinas. Tiene tamaño grande y una pulpa blanca y suave. Este alimento presenta distintos beneficios para la salud, por lo tanto es fundamental incorporarlo a la dieta sana.
Según diversos estudios, las hojas de la guanábana tienen valores superiores al 60% de agua, mientras que el porcentaje restante está compuesto por proteínas, fibras insolubles y minerales como el hierro, cobre y magnesio. Aunque es importante decir que estos valores corresponden a la hoja fresca de la fruta y no seca, ya que dichos números en este último tipo crecen considerablemente, a excepción del agua que representará solo el 10% del total.
El primero de los usos de dicha fruta tiene que ver con un efecto antidiabético. En un estudio con ratas con niveles altos de insulina se demostró que la hoja de la guanábana tiene la capacidad de regenerar las células beta del páncreas. Estas células son las encargadas de producir insulina para liberarla en el torrente sanguíneo.
Por otro lado, también es importante añadirla a la dieta sana ya que cuenta con un poder antimicrobiano. Esto se debe a que las acetogeninas de las plantas pertenecientes a la familia Annonaceae, como la guanábana, son efectivas contra bacterias como la E. faecalis, la S. typhimurium y el S. aureus. Todas ellas disminuyeron su crecimiento y murieron luego de enfrentarlas al extracto de la hoja de esta fruta. Además, ofrece un efecto antiinflamatorio y analgésico, aunque este estudio se inició en roedores y todavía no se practica en humanos.
Otras investigaciones recalcaron el beneficio de esta fruta en la dieta sana ya que es capaz de reducir el impacto de la ictericia y de algunas toxinas capaces de dañar al hígado, como el paracetamol. Por último, la hoja de la guanábana presenta propiedades antiartríticas, inhibiendo la aparición de citoquinas capaces de causar inflamación, algo que caracteriza a la artritis reumatoide.