Los pulmones, según especialistas, cumplen dos funciones primordiales. La primera es obtener el oxígeno del aire que va hacia el cuerpo y la segunda es eliminar el dióxido de carbono. Estas tareas pueden ponerse en jaque si es que no gozas de una buena salud pulmonar, por lo tanto se enseñaremos algunas técnicas para corroborar que estos órganos se encuentren en buen estado.
Sabemos que los pulmones constituyen el órgano más vulnerable a la infección y las lesiones del ambiente externo, debido a la exposición constante a partículas, productos químicos y organismos infecciosos en el aire. Tal es el caso del humo del tabaco que se inhala tanto en fumadores activos y fumadores pasivos, haciendo que la nicotina atente contra la salud de la persona que fuma y también de la que se encuentra alrededor.
Además, las enfermedades respiratorias representan una de las causas más comunes de muerte. En este sentido es relevante checar el estado de salud de los pulmones y se puede realizar de distintas maneras, ya sea accediendo a un control médico rutinario y desarrollando distintas prácticas en casa. Una de las más simples es tomar aire, meter la cabeza en agua y aguantar la respiración. Si la persona aguanta al menos 30 segundos significa que los pulmones están saludables. Mientras que si el tiempo es menor, es porque la capacidad pulmonar puede estar fallando, pero si el tiempo es superior a 30 segundos los pulmones están muy fuertes y sanos.
A su vez, existen otras pruebas efectivas para comprobar el estado de salud de los pulmones que vinculan a la absorción de oxígeno y la expulsión de dióxido de carbono. Una es la espirometría que mide cuánto aire puede mover una persona hacia y desde los pulmones y la rapidez con la que puede hacerlo. Y otra es el examen de volumen pulmonar o plestismografía corporal. Esta última mide la capacidad de aire de los pulmones y la cantidad de aire que queda después de exhalar.
Es importante realizar estas pruebas en los pulmones ya que pueden determinar distintas enfermedades crónicas como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y enfisema. En consecuencia, comprobar la capacidad de retener oxígeno y expulsar dióxido de carbono será fundamental para determinar la salud.