La alergia es definida como una reacción del organismo ante una sustancia inocua para el huésped. Esta acción inmunitaria se manifiesta por signos y síntomas característicos, entre los que se destacan comezón, surgimiento de ronchas y constantes estornudos. Según especialistas en inmunología clínica, la alergia al polen es una de las más frecuentes en todo el mundo, por lo tanto te brindaremos algunas claves para evitarla.
Uno de los principales problemas que muestra la alergia es que a menudo se lo confunde con síntomas gripales. Esto se debe a que otras de sus principales manifestaciones son la congestión nasal, moco líquido y tos frecuente, por lo tanto el paciente comienza a automedicarse sin saber realmente qué está combatiendo.
Por otro lado, especialistas afirman que el correcto tratamiento para la alergia incluye antihistamínicos orales, colirios, espráis nasales e inhaladores (este último es solamente si se ha desarrollado asma). En otros casos, también se sugieren vacunas, dependiendo del sistema inmunológico del paciente. Inclusive, este tratamiento puede durar hasta 5 años y garantizará eliminar la reacción del organismo por siempre, especialmente la manifestada ante el polen.
El polen, gran protagonista de la alergia, se encuentra suspendido en el aire, por lo tanto se hace imposible que se pueda controlar su cantidad en la atmósfera. Sin embargo, existen algunas claves para evitar esta reacción y así gozar de una mejor salud. Es por ello que en primer lugar te sugerimos evitar actividades al aire libre, tales como paseos en bicicleta, cortar el césped o caminar con el perro, especialmente en lugar donde la vegetación es abundante y más aún en días soleados y con mucho viento.
Además, especialistas sugieren la necesidad de conocer la cantidad de polen presente en la zona, para evitar la exposición en días de máxima concentración. A estos consejos para evitar la alergia, le podemos sumar otras claves más específicas: mantener las ventanas cerradas; utilizar gafas de sol; viajar en moto con casco cerrado; no secar ropa al aire libre; y no acostarse en parques.