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Estas son las causas por las cuales el tomate perdió su sabor

El tomate es un alimento fundamental en todas las mesas gracias a sus diversas propiedades. Sin embargo el sabor se ha modificado considerablemente, lo que ha llevado a científicos a investigar sobre su razón.

ESTILO DE VIDA

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Tomate, Alimentación, Sabor.Foto: Pixabay

En los últimos años, el tomate perdió su característico sabor debido a diversas cuestiones. La razón principal se debe a nuevas prácticas de cultivo y mantenimiento para su posterior exportación, alterando el gusto del producto y, en consecuencia, modificando la alimentación. Es por ello que habitualmente se acude a distintos saborizadores y especias para encontrar un agradable sabor. Por ejemplo se añade más cantidad de sal, orégano y pimienta.  

Considerado como fruta y también como verdura, el tomate se ha instalado como ese producto cotidiano que no puede faltar en la mesa. Ya sea como plato principal, como ensalada o como acompañante, el fruto se convirtió en una de las figuras al momento de cocinar. Y su frecuente presencia condujo a cocineros a que se alertaran por la falta de sabor del jitomate, ya que sus comidas no tienen el gusto de antes.

La alteración del tomate que utilizamos en una alimentación balanceada también se debe al lugar donde es cultivado. Quienes trabajan en la tierra y traen consigo una larga herencia de cultivadores de hortalizas, afirman que para recuperar el sabor del jitomate hay que retomar las viejas prácticas, aunque ese producto madura rápido y no sea rentable a grandes escalas. Estos no podrían ser exportados ni vendidos por supermercados.

Por otro lado la mano del hombre, con ayuda de cámaras frigoríficas, también alteró el sabor de este producto tan frecuente en nuestra alimentación. Una vez que se introducen los jitomates a las cámaras para pausar su maduración, se detiene el desarrollo de su sabor, teniendo una hortaliza más desabrida de lo habitual.

Foto: Pixabay

Además, entre las principales causas se encuentra una modificación en sus genes para retrasar su madurez, generando un gusto poco atractivo para nuestros paladares en cualquier tipo de alimentación. Es que el tomate tiene 12 cromosomas y cada uno de ellos tiene 3 mil genes, por lo tanto si se altera un gen de resistencia se modificará uno del sabor.

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