La cebolla es una verdura con amplios beneficios para la salud gracias a que aporta proteínas, potasio, flavonoides y vitamina C, además de brindar un bajo contenido energético, entre tantas claves. Es por eso que especialistas sugieren llevar a cabo una alimentación saludable que la incluya en almuerzo o cena.
Siguiendo esta línea, es importante destacar que una de las claves de la cebolla radica en ser fuente de potasio mineral que colabora en el funcionamiento de los músculos y el sistema nervioso. Además, también aporta calcio, fósforo, magnesio, hierro y vitaminas del grupo B. Para aprovechar estos nutrientes, es fundamental consumirla cruda, ya que al cocinarla se reducirán sus efectos.
Otro de los beneficios que brinda esta verdura radica en la regulación de azúcar en sangre, ayudando a los pacientes que tienen diabetes tipo 1 y 2. Esto es independiente al tipo de cebolla, ya que tanto la blanca como la morada contienen similares propiedades. Por otro lado, según distintos estudios, la ingesta de cebollas semanales puede reducir la probabilidad de desarrollar algún tipo de cáncer en casi un 15%.
Además de la cebolla se puede extraer un aceite que también tiene diversos beneficios, como por ejemplo la depuración del organismo para prevenir resfriados, calmar la tos, eliminar flemas o para realizar masajes faciales. Gracias a sus contenidos de polifenoles, es útil para descongestionar la nariz de forma natural.
Finalmente expertos confirman que una alimentación que incluya a la cebolla colaborará en las funciones del hígado, la vesícula, el páncreas y el estómago, a la vez que neutraliza los ácidos y activa la secreción de los jugos gástricos. Además, siguiendo este argumento, es considerada un superalimento prebiótico, por lo tanto su ingesta proveerá al cuerpo de fibras vegetales especializadas que actuarán como fertilizantes que estimulan el crecimiento de bacterias sanas en el intestino.