El vínculo entre los perros y la humanidad se considera uno de los más antiguos y sinceros de la historia, pues nuestra relación con estos animales de compañía los ha convertido en parte fundamental de nuestra vida. Si tú tienes un perro en casa, es probable que lo consideres como parte de la familia, pues su presencia está asociada con conceptos como la felicidad, el amor incondicional y la compañía.
Sin embargo, tener una mascota también implica una serie de responsabilidades y cuidados que debemos contemplar para que nuestros perritos tengan una vida sana y plena. Al ser animales que dependen enteramente de sus humanos, los perritos suelen necesitar protección en todo momento, desde que son tiernos cachorros hasta que pasan los años y, además de compañía, necesitan ayuda.
El envejecimiento de los perros
Aunque suena como un concepto algo extraño, porque para nuestros ojos siempre serán como cachorros, el envejecimiento de los perros es un fenómeno que debemos enfrentar con responsabilidad y paciencia, pues el envejecimiento de los perros no solo se da a nivel físico, sino también mental. A pesar de lo difícil que resulte este proceso, es importante que aprendamos a identificar las señales de envejecimiento para poder atenderlas de la mejor manera.
Algunos de los signos mentales de que tu perro está envejeciendo son el miedo a personas u objetos con los que antes no tenía problema, cambio en el ciclo de sueño, aumento de ladridos, comportamientos repetitivos, olvido de comandos, mayor ansiedad, confusión, cambio en el nivel de actividad, entre otros. Sin embargo, otro de los aspectos más evidentes es el físico, por lo que estas son las señales a las que debes prestar más atención:
- Dificultad para ver: La nubosidad en los ojos no suele notarse durante las primeras etapas, pero es importante monitorear a tu perro.
- Mal aliento: Una vez que tu perrito comienza a envejecer, su aliento se convierte en algo muy poco tolerable, pues su sistema inmunológico se debilita y las bacterias en su organismo no pueden combatirse de manera tan eficaz.
- Lentitud o poca capacidad de movimiento: Las dificultades se presentan en movimientos que antes parecían muy simples, como subir las escaleras.
- Bultos en la piel: También conocidos como lipomas grasos, estos son un signo infalible de que tu mascota está envejeciendo.
- Pérdida o aumento de peso: Es normal que la falta de actividad provoque que tu perro gane algunos gramos o incluso kilos extras, pero también es muy común que algunos perros pierdan peso como resultado de alguna enfermedad digestiva.
¿Cómo cuidar a mi perro cuando envejezca?
Lo más importante es monitorear constantemente a tu mascota y llevarla a revisiones periódicas con una persona especialista que descarte un problema de salud más grave o algún otro padecimiento. La persona responsable de la salud de tu perro te recomendará algunas adaptaciones en su rutina, así como en la dieta y el ejercicio, con lo que se buscará contrarrestar el paso del tiempo. Sin embargo, algunas de las actividades que puedes implementar es mantener a tu mascota activa y realizar actividades que lo ayuden a conservar su masa muscular. Complementa su entrenamiento con algún juguete o cama especial y realiza las adecuaciones necesarias para que tu perro se encuentre cómodo y sin ninguna molestia.