El contar con los productos necesarios para gestionar el sangrado menstrual es necesario para mantener un nivel adecuado de salud. Por lo que el IVA a este tipo de productos no sólo sesga la carga impositiva de las mujeres, también pone en riesgo el derecho universal a la salud, el bienestar y la economía.
Constantemente se habla de la importancia de la perspectiva de género y en los últimos años el papel de la mujer ha buscado tomar fuerza, pero más allá del primordial discurso de reconstrucción social ¿cuál es el enfoque económico detrás? Parte del crecimiento económico de los países va de la mano con los avances en la igualdad de género desde el punto de vista en el que la desigualdad no permite que mujeres altamente competentes ocupen determinados puestos laborales, de esta manera se disminuye el potencial y la reserva del capital humano de la economía en general.
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Entonces, ¿qué se debe hacer para lograr la equidad? Primero habrá que reconocer la desigualdad que resulta de la construcción social de la diferencia sexual para comenzar a disminuir las brechas de género. Consecuentemente, el Estado mediante las herramientas de política puede impulsar la igualdad de género o reproducir las discriminaciones vía impuestos y transferencias.
De acuerdo con un estudio realizado por el Dr. Mario Iván Domínguez Rivas y la Mtra. Lorena Vázquez Correa, investigadores del Instituto Belisario Domínguez, la eliminación del IVA a artículos de gestión menstrual implicaría una disminución en los ingresos tributarios de 4 mil 524 millones de pesos, que a su vez, sería 45 veces menor a la pérdida de ingresos tributarios por la tasa cero de IVA a libros, periódicos y revistas; 14.5 veces menor a la pérdida tributaria por tasa cero a alimentos, y 0.8 veces menor que al monto por medicinas.
Sin embargo, eliminar el IVA a estos productos, podría no ser suficiente para garantizar el acceso de estos artículos a las personas con bajos ingresos, pues las personas pertenecientes al 10% de la población con menores ingresos destinan una mayor proporción de su gasto total a estos productos.
En este sentido, se han presentado distintas iniciativas que promueven la gratuidad de los productos de gestión menstrual y la eliminación del IVA a dichos productos, sin embargo, sólo una de las iniciativas dio frutos en abril de 2021, pues el Pleno de las Diputaciones aprobó por unanimidad la reforma el artículo 114 de la Ley General de Educación para que las autoridades educativas y sanitarias de las entidades federativas faciliten el acceso a los productos para la gestión del sangrado menstrual en los planteles educativos públicos del tipo básico y medio superior (Domínguez, M. 2021).
En contraste, la reproducción de las desigualdades avanza, pues, en la Ciudad de México entró en vigor la prohibición para vender tampones con aplicador de plástico desde enero de 2021, medida que es reflejo de la ausencia de la perspectiva de género y la desigualdad económica en la política ambiental.
Para alcanzar una adecuada distribución social de los recursos es necesario observar desde la perspectiva de género. La política fiscal como herramienta para promover la equidad y el bienestar económico es fundamental.
En general, el sistema fiscal mexicano no incluye dicha perspectiva, por lo que a menudo se integran sesgos que afectan, generalmente, a las mujeres.
mgm