Las aplicaciones de mensajería instantánea se han convertido en una de las herramientas más utilizadas cada día alrededor del mundo, especialmente después del confinamiento derivado de la crisis sanitaria por Covid-19. A pesar de que su nombre así lo indique, puede que estas aplicaciones sí transmitan nuestros mensajes de forma inmediata, pero esto no implica que la respuesta también se vea reflejada en nuestra pantalla a los pocos segundos.
Probablemente, durante los últimos meses te has dado cuenta de que las respuestas inmediatas a través de las aplicaciones de mensajería son cada vez menos comunes. Incluso puede que tú hayas aplicado el postergar tu respuesta durante un par de horas o hayas experimentado que alguien demore más de "lo normal" en abrir tu mensaje. Bueno, pues esta situación la han enfrentado muchas más personas, por lo que ha llamado la atención de algunos especialistas en el tema.
¿Qué ocurre?
Uno de tus primeros pensamientos podría ser que la persona en cuestión ha decidido ignorar tus mensajes por diferentes razones que pueden caer en la paranoia, como que está con alguien más o que ya no está interesada en ti. No entres en pánico. La cultura de la inmediatez nos ha acostumbrado a obtener las cosas en muy poco tiempo, lo que ha afectado nuestras relaciones interpersonales.
Según el psicólogo Oliver Burkeman, hace apenas algunos años era fácil poder establecer una diferencia significativa entre el tipo de respuestas que se esperan, pues podíamos observar el lenguaje corporal de nuestro interlocutor e interpretar sus reacciones cara a cara, algo que no se replica en la mensajería instantánea o en la comunicación digital que, hasta cierto punto, suele ser un poco ambigua.
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Tiempo después nos acostumbramos a la era digital y a todo lo que implicaba, como la posibilidad de obtener respuestas instantáneas, lo que afectó nuestras relaciones en cierto modo. Por ejemplo, puede que durante los primeros meses de tu noviazgo o tu amistad, la conversación fluyera en todo momento y que, con el paso del tiempo, los mensajes llegaran de manera más esporádica, lo que te provocó un sentimiento de frustración.
Esta podría ser la razón
La frustración podría estar acompañada de ansiedad y pensamientos negativos que, probablemente, no sean verdad. Sin embargo, Julie Beck ha asegurado que el responder tiempo después podría implicar una sensación de poder, por lo que elegimos tomar el control de la conversación y llevarla a nuestro ritmo sin presionarnos por contestar al instante. De acuerdo con Bukeman, esto ha sido fomentado porque las personas sienten cada vez menos control y seguridad respecto a su entorno, por lo que deciden retirarse al interior de su mente y, desde ahí, decidir si desean ser interrumpidas por alguien más.
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