El 22 de abril se conmemora el Día de la Tierra, una fecha dedicada a crear conciencia sobre los peligrosos efectos que está provocando el daño climático, el consumo de plásticos, los crímenes que perturban la biodiversidad y la responsabilidad de la humanidad en estos problemas.
Con la crisis de salud a nivel mundial, la preocupación respecto al vínculo entre la salud y la biodiversidad ha puesto sobre la mesa cuestiones como impactos en la nutrición, la generación de nuevas enfermedades infecciosas y cambios significativos al orden natural como lo conocemos.
Encontrar alternativas sustentables para incorporar en nuestra vida cotidiana todos los días es parte importante de un cambio necesario, como cambiar nuestros hábitos de consumo e implementar acciones que, de manera colectiva, pueden marcar una gran diferencia.
Ahorra energía
Cambia los focos tradicionales por focos ahorradores de energía y colócalos en todas las habitaciones de tu hogar. Apaga las luces cuando no las necesites y desconecta los aparatos electrónicos cuando termines de utilizarlos.
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Raciona tu energía y presta atención en cuánta energía consumen los aparatos que utilizas todos los días. La plancha es uno de los electrodomésticos que mayor energía consume, seguida del aire acondicionado y el refrigerador.
Recuerda que el 75% de la electricidad es consumida por aparatos apagados que siguen conectados o a la espera que consumen energía ininterrumpidamente. Hacer consciente estos cambios no solo ayudará al planeta, sino también a tu economía.
Separa la basura
La separación de residuos tiene como beneficios el incremento de acopios de desperdicios reciclables, el aprovechamiento de productos orgánicos para la producción de composta, disminuir riesgos en la salud, entre otros.
Empezar a separar la basura orgánica de la inorgánica es uno de los hábitos más fáciles de lograr. Lo único que debes hacer es colocar en un contenedor aparte los residuos biodegradables que puedan descomponerse, como las cáscaras de algunas frutas y verduras, comida sobrante, café, té y hasta cascarones de huevo. Si estás fuera de casa y no puedes recurrir a esta clasificación, puedes localizar botes designados para este propósito.
Recicla, reduce y reutiliza
Otra forma de cuidar el medio ambiente, además de separar la basura, es aprender a reciclarla o a desecharla de manera correcta. En cuanto a la basura inorgánica, hay muchas otras clasificaciones que debemos conocer: Periódico y papel, aluminio, PET, cartón y vidrio.
Encontrar maneras de reutilizar estos productos es una manera directa de generar un menor impacto ambiental. Si la basura no recibe un tratamiento adecuado, es una de las principales fuentes de contaminación de suelos, agua y aire.
La clave también está en disminuir la cantidad de desperdicios que generamos. Dejar de emplear utensilios desechables o recipientes de plástico y aluminio representa un gran apoyo. Consume solo lo que necesitas y agota la vida útil de las cosas.
Compra sabiamente
Consumir productos locales es una gran forma de reducir el consumo de combustible que se emplea en el transporte. Relacionado con el punto anterior, puedes utilizar bolsas recicladas o hechas de tela con el fin de no contribuir a la generación de más basura plástica que tarda más de 500 años en degradarse.
Cuida el agua
Coloca una cubeta para recuperar el agua de la regadera y utilizarla en otras actividades. Mantén el grifo cerrado mientras no necesites agua y usa solo la cantidad que requieras. Riega las plantas durante la mañana o la noche para que el sol no evapore el agua tan rápido.
Implementa estrategias que ayuden a reducir tu consumo de agua, como realizar ciclos de lavado de ropa completos o bañarte en el menor tiempo posible.
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