En la sierra Taraumara de Chihuahua alberga una de las barrancas más profundas de la Sierra Madre Occidental, ahí se encuentra el poblado de Batopilas, que para llegar a él se debe bajar por una vereda de terracería con numerosas curvas que ofrece un majestuoso paisaje.
El poblado de Batopilas se fundo en 1708 por el español José de la Cruz, su nombre significa "Río Encajonado" en lengua taraumara, que con los ecos del tambor hacen que la magia de éste lugar se conjugue con las tradiciones prehispánicas y católicas.
Días Santos
Batopilas es popular por su gran celebración de Semana Santa en la que sus habitantes, mayoritariamente rarámuris combinan sus raíces con la mítica celebración cristiana que comienza desde el Domingo de Ramos, sin embargo, las festividades más importantes se realizan el Jueves y Viernes Santo.
Sin restarle importancia al Sábado de Gloria ni mucho menos al Domingo de resurección, la festividad comienza cuando los habitantes representan a los fariseos que son dirigidos por Judas, y "controlan" al pueblo para ir por Jesús y crucificarlo.
Durante este acto, paralelamente los danzantes con los cuerpos pintados con tiras y marcas blancas, se visten con huaraches, coyeras y zapetas, que van en una procesión para acompañar a los bandos de fariseos contra los soldados al ritmo de flautas y tambores.
Durante el "enfrentamiento" lucha cuerpo a cuerpo con espadas de madera y se arrojan estiércol seco, durante el viernes santo, se quema simbólicamente a "Judas" en un ambiente bullicioso, en el cual predomina el baile y las procesiones.
Con información de Revista buen viaje
avh